El Instituto Aus Ouvidos promueve la salud mental con escucha psicológica online gratuita
Brinda apoyo a colectivos, proyectos, asociaciones y grupos empresariales.
«Llevar la esencia de la escucha profesional fuera de la oficina»: este es el objetivo del Instituto Aus Ouvidos, ideado por la psicóloga Denise Abreu y el ingeniero de software Heber Lopes. Con citas puntuales, la escucha profesional se realiza gratuitamente a través de una plataforma online. La idea es promover la salud mental.
El método de escucha profesional, dice Denise, se inspiró en su propia trayectoria como psicóloga. Hace años, en 2018, ella y su sobrino Rodrigo de Abreu, que es payaso, empezaron a trabajar aspectos de salud mental a través de encuentros en CRAS y CREAS de la región de Vale do Paraíba, en el interior de São Paulo. Las reuniones tenían lugar en círculos de conversación, donde se debatían temas específicos mediante actividades lúdicas.
Las intervenciones artísticas demostraron ser herramientas valiosas para permitir una mayor conexión con las personas que necesitaban ayuda: «la gente podía interactuar y, al mismo tiempo, darse cuenta de la importancia de escuchar. En particular, pudieron deconstruir la noción de que un psicólogo sólo trabaja con temas de enfermedad, patologías o cuestiones relacionadas con diagnósticos y derivaciones», afirma Denise.
Con la pandemia, sin embargo, las reuniones cara a cara tuvieron que interrumpirse. Ante este contexto inesperado y desolador, Denise imaginó un tipo de escucha profesional que ofreciera un alivio bienvenido y puntual, como alternativa a la terapia breve u otros tipos de seguimiento terapéutico más largos.
«La gente del sector sanitario estaba viviendo y absorbiendo el impacto del COVID-19, sin ninguna garantía, viviendo con esa inminencia de la muerte, así que era un sector que no tenía tiempo para elaborar todo esto, porque tenían que trabajar», recuerda Denise. Fue en ese momento cuando se le ocurrió la idea de la escucha profesional.
El impacto de la pandemia en la salud mental
Todo proceso terapéutico se compone de una serie de encuentros, explica Denise. Pero cada encuentro es único. Y en la pandemia esto era evidente: «nunca teníamos garantizado el futuro. Con la pandemia, sin embargo, este supuesto se hizo realidad. Fue muy difícil, porque un día estaba cuidando a alguien y al siguiente, ese alguien ya no estaba…», recuerda.
Las preguntas sobre cómo abordar la situación de duelo, el aislamiento, la cuestión de la máscara, el trabajo en el despacho en casa y la escuela en línea fueron fundamentales para pensar en un enfoque terapéutico diferenciado durante el periodo, a través de la escucha profesional.
«Con la pandemia, todo el mundo se vio afectado, con numerosas consecuencias que siguen apareciendo hoy en día. Incluso la cuestión de la aceleración del tiempo… cuando hablas con la gente sobre la pandemia, parece que fuera algo tan lejano, ¿verdad?», reflexiona la psicóloga.
El proceso de escucha psicológica
Según Denise, la escucha profesional fue una forma de subvertir su propio trabajo como psicóloga, porque cuando hace un proceso de análisis, dentro de una psicoterapia, va conociendo poco a poco a la persona. «Y de repente tuve que recrear espacios. De ahí surgió la esencia de lo que es la escucha, de lo que es un encuentro», dice.
«En la escucha puntual, no sé a quién voy a escuchar, así que no tengo una previsión, no hay manera de hacer una anamnesis, decir por ejemplo ‘ah, la semana que viene empezamos, así que vamos a construir este servicio’. Es aquí y ahora. Y esto me obliga a escuchar a la persona en la mejor y mayor esencia posible de lo que es el verbo escuchar», explica la psicóloga.
Por otra parte, prosigue Denise, la persona que solicita la escucha, a menudo está hablando por primera vez del tema con alguien distinto a su conocido. «Y cuando esta persona pide ser escuchada, cuenta historias, recuerdos… en la medida en que la persona tiene la experiencia de hablar un poco de sí misma, está hablando esencialmente de algo que le conmueve. Se escuchan a sí mismos hablando, de eso se trata».
Así, durante la escucha, es posible tratar cualquier tema. Cada sesión dura 60 minutos. La escucha se realiza individualmente, por un equipo de profesionales que acuden de forma voluntaria. Sin embargo, el servicio no es de urgencia. Sólo se pueden reservar citas con al menos una hora de antelación.
Atención online gratuita
El Instituto Aus Ouvidos funciona como una plataforma gratuita de escucha en línea que presta servicio a todas las regiones del país. Para acceder al servicio, hay que formar parte de un colectivo, proyecto, asociación o grupo empresarial. La organización se registra en la web y luego se libera el acceso a los miembros de ese grupo específico.
«Escuchar no es consumir», advierte Denise. Así, cada una de las organizaciones inscritas en la plataforma elige a un representante del grupo para que sea el comisario de la escucha. Esta persona será la encargada de mediar entre el Instituto Aus Ouvidos y los miembros del grupo.
El papel del curador es importante porque proporciona al grupo información sobre el instituto, cuenta la historia de Aus Ouvidos y explica la esencia de la escucha. No se trata de un proceso de selección, ni de un seguimiento experimental: «no ofrecemos la escucha a través de una encuesta que dura sólo unos meses», explica Denise.
Así, aunque las consultas se programen durante un periodo preestablecido con un grupo determinado, la escucha que ofrece la plataforma es constante.
Acción Colectiva
Para Denise, la escucha debe considerarse una acción transformadora dentro del grupo. Por ello, no es posible solicitar el servicio de forma independiente. Por lo tanto, si una persona ha conocido el servicio y quiere escuchar, primero debe formar parte de un grupo y después solicitar el registro.
No es necesario que los grupos estén formalizados a través de un CNPJ. Es posible solicitar asistencia para grupos informales. Tras inscribirse en el grupo, por tanto, la persona puede acceder a las sesiones específicas de escucha tantas veces como desee. «La escucha pone a la persona en contacto con algo muy específico suyo, por lo que no lo convierte en un consumo, sino en una reflexión, como un punto de apoyo, un despertar», afirma.
En los tres años de funcionamiento, el instituto ya ha atendido a ONG como Teto y Fundação Amazônia Sustentável, pasando por colectivos de Maré, en Río de Janeiro, grupos de encajeras de Carapicuíba, incluso grupos de profesores del interior de Pernambuco, Escola Livre de Teatro de Santo André, etc.
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Para saber más, puede enviar un correo a: denise.abreu@ausouvidos.com.br