Descubra las semillas ancestrales que perpetúan la biodiversidad brasileña
Desde el inicio de la pandemia, los sectores productivos de la sociedad han sufrido de inestabilidad debido a la crisis que se ha instalado en todo el mundo. La clave, sin embargo, está en la biodiversidad.
Créditos: Flickr ASA Brasil
Por: Eduarda Nunes / Favela em Pauta – Lupa do Bem
Una fuerte contradicción empezó a ser difícil de ignorar: ¿cómo puede Brasil batir récords de exportación de alimentos, mientras millones de brasileños han vuelto a pasar hambre o están en situación de inseguridad alimentaria durante la crisis provocada por la pandemia?
La respuesta está en la promoción institucional del agronegocio en detrimento de los agricultores familiares. Aun así, los agricultores familiares siguen sin escatimar esfuerzos para intentar revertir la situación de hambre.
Dentro de este grupo, en el que se encuentran campesinos, agricultores, grupos que cuidan de los sistemas agroforestales, pueblos indígenas y comunidades quilombolas, están los guardianes de las semillas criollas, que no sólo descartan el uso de químicos en el cultivo de alimentos, sino que también preservan la biodiversidad de los alimentos afectados por la expansión de los monocultivos.
Biodiversidad y semillas ancestrales
Conservadas por los guardianes a lo largo de generaciones, estas semillas se preservan no sólo como alimentos libres de intervenciones químicas y humanas, sino también como símbolo de las costumbres ancestrales de comprensión de los ciclos de la naturaleza que las acompañan.
Incluso sin apoyo institucional, la población rural y las comunidades tradicionales siguen trabajando en las trincheras luchando contra el agronegocio, que va en contra de la garantía de la biodiversidad.
Instituciones como Articulação Semiárido Brasileiro (ASA Brasil) realizan un trabajo de articulación de los agricultores y promueven proyectos como Sementes do Semiárido, un programa de gestión de la agrobiodiversidad, con la propuesta de potenciar las estrategias de convivencia con el clima
«Las iniciativas, desde el punto de vista de los gobiernos, ya sea estatal o federal, municipal, hay pocas iniciativas, una aquí y otra allá» comenta Glória Araújo, coordinadora ejecutiva de ASA.
Lanzado en 2015, en asociación con el BNDES y el Gobierno Federal, Sementes do Semiárido construyó 859 bancos de semillas en toda la región nordeste y norte de Minas Gerais, además de apoyar a los que ya existían antes del proyecto.
Como resultado, más de mil hogares y bancos de semillas, espacios donde es posible compartir semillas, recibieron inversiones con recursos federales a través de esta iniciativa. «Asa ha contribuido y contribuye mucho en el sentido de multiplicar estas semillas en los patios, las variedades de estas semillas», dice Glória.
Continuando con este trabajo, ASA lidera actualmente el proyecto Agrobiodiversidade no Semiárido, que se desarrolla en colaboración con la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).
El objetivo es demostrar la importancia de las semillas nativas en el proceso de reducción del cambio climático en Bahía, Sergipe, Pernambuco, Paraíba y Piauí. Además de tratar de influir en las políticas públicas de conservación y su multiplicación.
Inseguridad alimentaria en el país
La soberanía alimentaria se ha vuelto cada vez más lejana en la vida de miles de brasileños.
Según la Encuesta Nacional sobre Inseguridad Alimentaria en el Contexto de la Pandemia del Covid-19 en Brasil, realizada por la Red Brasileña de Investigación sobre Soberanía y Seguridad Alimentaria (Rede PENSSAN), casi 212 millones de brasileños vivieron con inseguridad alimentaria en algún grado durante los tres meses anteriores a las entrevistas.
El escenario en las zonas rurales es más preocupante que en las urbanas, debido a la distribución y uso del agua demandada para la producción de alimentos y la cría de animales.
Como grupos afectados por la inseguridad alimentaria, se destacaron las familias encabezadas por mujeres, la población autodeclarada negra y parda, y las familias que tenían al menos una persona desempleada. En cuanto a las regiones, destacan el norte y el noreste.
En este contexto, la agricultura familiar es una parte fundamental del abastecimiento alimentario nacional. Sin embargo, «no hay una política de crédito que promueva la agroecología, porque no se hace agroecología si no se trabaja en armonía con la naturaleza», dice Glória, refiriéndose a las prácticas del agronegocio que van en contra de los fundamentos de la agricultura familiar y que tienen la atención gubernamental para ser puestas en práctica cada vez más.