Un proyecto lleva las clases de boxeo a los niños de la periferia de São Paulo

Créditos: Bruno Horario; Amanda Monte; Vivi Torrico y Paula Luna

Por: Eduarda Nunes / Favela em Pauta – Lupa do Bem

Brasil realizó su mejor campaña de boxeo en los Juegos Olímpicos de Tokio. Al final de la competición, los boxeadores brasileños se llevaron tres medallas, una por cada puesto en el podio.

A pesar de ser una de las artes marciales más populares del país, los boxeadores no reciben el reconocimiento y la inversión que merecen. En las afueras de São Paulo, Guilherme Miranda trabaja para interferir en este escenario, a través del proyecto Solidarity Boxe.

Desde septiembre de 2020, quienes viven en Vila Anglo Brasileira, al oeste de São Paulo, tienen la oportunidad de entrenar boxeo y conocer la filosofía de la lucha. En mayo de 2021, fue el turno de los que viven en Morro do Piolho, ubicado en Capão Redondo, en el extremo sur de São Paulo, y en la Ocupación Alcântara Machado, lado este, además de las regiones cercanas.

Guilherme lleva 25 años practicando este deporte. Desde hace dos años, se dedica exclusivamente a él. El Objetivo del ex atleta olímpico amateur y entrenador, además de ofrecer un espacio para que la gente «agote su energía» y se ejercite como él dice, es preparar a los futuros profesionales de la lucha.

Actualmente, calcula que 40 niños participan en el proyecto, el cual cuenta con una financiación colectiva para que más personas puedan contribuir a las sesiones de formación.

Más que enseñar a pelear, el Boxeo Solidario aborda otros puntos que también están involucrados en el deporte, como la disciplina, el respeto, la inclusión social y la salud física y mental. Guilherme dice que pronto se incorporará un psicólogo al equipo,

«lo quiera o no, es un trabajo duro. Acabamos convirtiéndonos en profesores, amigos, psicólogos, y hay muchos niños», dice el boxeador. 

La práctica del deporte es también una iniciativa importante en la prevención de trastornos y enfermedades psicosociales. Además de la liberación de hormonas que favorecen el bienestar, el entrenamiento es también un momento de autoconocimiento, placer y trabajo en equipo.  

Una práctica interesante para trabajar como la prevención del suicidio, el tema principal que se abordó durante “Setembro Amarelo” (Septiembre Amarillo”, por ejemplo.

Las rondas de diálogo y la redacción de ensayos sobre temas como el miedo, la libertad, los prejuicios, el género, el racismo y el respeto son tan importantes como el entrenamiento en los anillos de clase improvisados. 

Uno de los principales objetivos de Miranda con el proyecto es profesionalizar y colocar a los niños que tienen aptitudes para empezar a competir en campeonatos amateurs. Para ello, el boxeador entiende que los momentos «teóricos» del boxeo son también muy importantes.

El proyecto funciona con el apoyo de organizaciones, como Nave Capão, y otros socios que refuerzan la iniciativa. 

Habiendo comenzado con un esquema de pago en Vila Anglo, y como voluntarios en Capão Redondo y en Ocupação Alcântara Machado, estos entrenamientos interfieren en la formación personal de los niños atendidos y pueden ayudarlos a ganar muchas medallas de oro, plata y bronce en los más diversos podios de sus vidas.