La pobreza menstrual es combatida por quienes viven en las calles de João Pessoa

Un proyecto en la capital de Paraíba atiende a personas en situación de pobreza menstrual que viven en las calles de la ciudad

24.10.23

Crédito: Divulgación

Por: Renato Silva / Lupa do Bem – Favela em Pauta

Fundado en 2018 por la artista visual Fany Miranda, el proyecto Jampa Invisible atiende a la población sin hogar, ofreciendo kits de higiene personal, mantas y, sobre todo, escucha y orientación afectiva.

Fany, que ya vivió la misma situación que viven las personas atendidas por el proyecto hoy, dice que haber vivido este escenario fue decisivo para crear el proyecto. «Yo solía ser esa persona que transitaba por las calles de mi ciudad, sin embargo, en ese momento no hablaba con la gente que vivía en mi círculo. Y, cuando conseguí trabajo, empecé a estudiar y me interesé por llevar comida a los que estaban en la calle, botellas de agua mineral y compresas«, comenta la artista.

El Proyecto Jampa Invisible en una de las acciones de donación de kits y encuentro de escucha afectiva, en la ciudad de João Pessoa (PB). Foto: Disclosure.

Durante gran parte de la pandemia, el proyecto reunía, los domingos, a voluntarios que distribuían a personas sin techo un centenar de almuerzos con agua mineral o zumo, además de kits de higiene, que contenían absorbentes, jabón, ropa, crema de dientes al igual que cepillo de dientes.

Hoy, el responsable del proyecto dice que, con la reducción casi total de las donaciones, se han enfocado en mantener la donación de kits de higiene personal, con foco especial en las personas en situación de pobreza menstrual, a través de reuniones de escucha afectiva, que pueden durar varias horas.

Pero, ¿qué es en realidad la pobreza menstrual?

Este término se utiliza para definir la falta de acceso a recursos, infraestructuras e incluso conocimientos relacionados con la propia menstruación. En mayo de 2021, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicaron un informe que llama la atención sobre la realidad menstrual que viven muchas mujeres que no tienen acceso a una condición digna de atención. que se ocupa de la menstruación en Brasil.

Según el estudio «Pobreza menstrual en Brasil: Desigualdad y Violación de Derechos» elaborado por las organizaciones, 713.000 jóvenes subsisten sin acceso a un inodoro o ducha en sus casas, y más de 4 millones no tienen acceso a elementos mínimos de cuidado menstrual en sus hogares y/o escuelas. 

Pobreza menstrual

Entre las condiciones que dificultan la vida de estas personas, también se descuidan otros servicios básicos esenciales para garantizar la dignidad menstrual: según el informe, 900.000 no tienen acceso a agua corriente en sus casas, y 6,5 millones viven en hogares sin conexión a la red de alcantarillado.

Según la representante del UNFPA en Brasil, Astrid Bant, la ausencia de condiciones sanitarias mínimas para que las personas puedan gestionar su menstruación es una clara violación a los derechos humanos y una condición que aleja al país de poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por ejemplo el ODS 3, relacionado con la salud y el bienestar. 

«La menstruación es una condición perfectamente natural que debería ser tomada más en serio por las autoridades públicas y las políticas de salud. Cuando no permitimos que una niña pase por esta fase de forma adecuada, estamos atentando contra su dignidad», afirma la representante.

Cómo hacer frente a la pobreza menstrual

La fundadora del proyecto dice que la situación de las asistidas por el proyecto pasa por varios problemas, que muchas veces vienen de nacimiento. «Muchas nacen de familias y mamás que habitan en la calle y que no han tenido ningún seguimiento. Estas niñas crecen y, muchas veces las madres son encarceladas o asesinadas (la mayoría de las veces por sus parejas), y las niñas siguen su vida siendo maltratadas sin siquiera darse cuenta», comenta.

toallas sanitarias

Fany relata que entre las personas atendidas por Jampa Invisível hay muchos soñadores, a los que el proyecto dedica aún más atención, ya que, según ella, «no podemos perder a estas [personas]».

La fundadora concluye afirmando que ocuparse de la pobreza menstrual es el primer paso hacia la dignidad y el crecimiento individual de estas mujeres. «El tema menstrual es un verdadero problema de salud, porque como no tienen acceso al absorbente, utilizan cartones, bolsas de plástico, rompen su propia ropa para poner trapos. La dignidad menstrual lo es todo», concluye.

Para seguir la ejecución de este proyecto, basta con seguir el perfil de Jampa Invisível en Instagram, o a través de los enlaces disponibles aquí.

Autor: Redação - Lupa do Bem
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