Un investigador lanza un libro sobre la formación de los profesores indígenas Suruí
Los Suruí tienen su territorio entre los estados de Rondônia y Mato Gross, y el libro trata de los profesores que habitan el municipio de Cacoal (RO)
Crédito: Divulgación
Por: Gabriel Murga / Lupa do Bem – Favela em Pauta
Mirivan Carneiro Rios, profesor e investigador de la ciudad de Cacoal, en Rondônia, lanzó recientemente el libro «La formación de los profesores indígenas suruí», de la editorial Dialéctica. En la obra, el profesor e investigador aborda las cuestiones y los desafíos que atraviesan la formación de los profesores de esta etnia indígena.
Los Suruí tienen su territorio entre los estados de Rondônia y Mato Grosso y el libro trata de los profesores que habitan el municipio de Cacoal, en la Tierra Indígena de Sete de Setembro.
«La obra trata de la imposición de modelos pedagógicos que, aunque estén destinados a la formación de profesores, no consideran las diferentes realidades y necesidades de las comunidades indígenas», dijo Mirivan al periodista Júlio Olivar del Portal Amazônia.
Lupa do Bem: ¿Cuáles son los principales retos en la formación de los profesores de la etnia suruí?
Uno de los mayores retos a los que hay que enfrentarse es el logístico; los profesores tienen que viajar desde sus aldeas dos veces al año y recorrer casi 500 km para llegar a la capital del estado – Porto Velho – para poder participar en el proceso de formación didáctico-pedagógica. A esta cuestión se suma la lejanía de los familiares y los espacios físicos de alojamiento, en hoteles, que generan brotes de gripe. Estos brotes se originan por la exposición al aire acondicionado ambiental.
Lupa do Bem: En Cacoal, ¿cómo funciona la dinámica de la educación en el sistema escolar público entre los profesores y los alumnos de Suruí?
En esta red, todas las aldeas tienen una escuela indígena que cuenta con la presencia de un profesor blanco y otro indígena. Sin embargo, la figura del maestro blanco en las aldeas es un papel de apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, siendo el maestro indígena el que tiene el papel principal en este proceso, debido a la enseñanza en su lengua materna.
Al comparar el proceso educativo en las escuelas indígenas desde el inicio hasta la actualidad, se observan avances, dado que las metodologías aplicadas por el maestro blanco, como resultado de su experiencia, fueron sustituidas por los métodos propios de los maestros indígenas, enfocados a atender las necesidades de sus comunidades.
Lupa do Bem: ¿Cómo se desarrolla la relación entre las culturas y las costumbres tradicionales del grupo étnico en la práctica pedagógica?
Esta relación, entre la cultura y las costumbres tradicionales, se trabaja de forma espontánea en el día a día del profesor; se inicia con la revitalización, junto con los profesores, de la importancia de mantener vivas las costumbres y tradiciones de su etnia. El principal instrumento para que esto ocurra es la valorización de la propia lengua, es decir, enseñar a los niños a leer y escribir en su lengua materna y, posteriormente, en portugués.
Los maestros indígenas de Suruí han elaborado y elaboran materiales de alfabetización en su lengua materna (cartillas y libros) que, a lo largo del proceso de enseñanza, han sido y son mejorados, de acuerdo a sus procesos de formación. Hoy en día, se observa que dentro de las escuelas indígenas suruí, los profesores son participantes y activos, destacados en los escenarios estatales y nacionales; actores que, desde la primera formación ofrecida por el Departamento de Educación del Estado de Rondônia – Projeto Açaí -, continuaron sus estudios y son maestros en Educación Intercultural.
Lupa do Bem: ¿Cómo llevar las prácticas tradicionales de los suruí a la dinámica en el aula y al revés, cómo llevar las tradiciones al desarrollo pedagógico?
Las prácticas tradicionales de los Suruí siempre estarán presentes en la dinámica del aula, ya que la escuela está totalmente integrada en la comunidad, y como si fuera una extensión del hogar del alumno. Una de las primeras diferencias que tenemos es que las escuelas indígenas no tienen paredes que las separen de las demás casas de la comunidad, es decir, en cualquier momento, un miembro de la comunidad puede estar presente en el aula. Los ancianos son siempre invitados a participar en el aula, aportando el conocimiento tradicional al aula, lo que permite la integración del conocimiento tradicional en la práctica pedagógica de los profesores.