El proyecto Quilombo de Arte Flor de Milho busca compartir conocimientos y oportunidades en Natal (RN) y Salvador (BA)
Trabajando desde dentro hacia fuera, Quilombo de Arte mueve el acceso y el intercambio en los estados de Rio Grande do Norte y Bahía.
Crédito: Thamise Cerqueira / Disclosure
Por: Eduarda Nunes – Lupa do Bem / Favela em Pauta
Allá donde va, Stéphanie Moreira reúne a la gente para promover movimientos. Así es como se convirtió en una de las fundadoras de Flor de Milho Quilombo de Arte, que ahora tiene sede en Salvador (Bahía) y Natal (Río Grande del Norte).
Junto con Inajara Diz, la iniciativa nació de la necesidad de hacer circular el acceso, la información y el conocimiento entre personas que proceden de medios sociales diferentes, pero que conviven colectivamente en esta perspectiva de intercambio.
«Para mí no tenía sentido llegar allí, yo que soy una minoría, una minoritaria, una mujer negra del interior de Rio Grande do Norte con un hijo y madre soltera, doctorarme y llegar sola. Y entonces estábamos en esta ola de compartir el acceso», dice la antropóloga, que en 2017 tuvo que emigrar a Salvador para estudiar en la Universidad Federal de Bahía (UFBA).
«Sentí con mucha fuerza que necesitaba compartir mi acceso, porque en la ciudad donde vivía era una de las pocas mujeres negras que tenía acceso a la universidad y no era de allí. La mayoría de las mujeres negras de la comunidad ni siquiera tenían acceso a una licenciatura». Cuando los jóvenes entraban en el espacio de la UFBA eran perseguidos o vetados en la puerta por los guardias de seguridad, así que aunque no tenía mucho dinero para mantenerme a mí y a mi hijo, tenía una beca de doctorado para vivir allí, y aun así era una asimetría muy grande», dice Stéphanie Moreira.
Espacio de moda afro: acciones para compartir el acceso al arte y la cultura
Fue en el espacio de Negro Charme, un atelier de moda afro, donde surgieron una serie de acciones para compartir el acceso al arte y la cultura, en las que Stéphanie trabajaba además de la universidad en aquel momento.
Además, la persistencia de Inajara también fue esencial para que surgiera Flor de Milho Quilombo de Arte, con sede en la casa donde vivían.
«Acabamos encontrándonos en otros cruces de caminos y sus deseos eran muy parecidos a los míos. Ella venía de las afueras de Salvador, pero llevaba muchos años viviendo en la comunidad de São Lázaro y también tenía esa necesidad de compartir el acceso», cuenta Stéphanie. Por aquel entonces, Inajara estudiaba un máster en comunicación social en la UFBA.
Flor de Milho Quilombo de Artes tiene el afecto, el cuidado y la hospitalidad como principios de acción política. En Salvador, una de las principales actividades realizadas fue el Escambo de Hospedagem, que ofrece alojamiento a personas de paso por la capital bahiana a cambio de formación y talleres para la comunidad de São Lázaro.
A partir de este proyecto, se empezó a alimentar una gran red de contactos y afectos con personas de otros países.
Experiencias e intercambios con personas de otros países latinoamericanos
Este intercambio de experiencias hizo posible que Stéphanie e Inajara organizaran por primera vez intercambios en otros territorios negros. Su primera experiencia fue en Medellín, Colombia.
En total, Flor de Milho Quilombo de Artes pasó seis meses en la ciudad colombiana, con el objetivo de intercambiar acceso y conocimientos y potenciar los recursos financieros existentes.
Con el regreso de Stéphanie a Rio Grande do Norte en 2019 y la llegada de la pandemia del Covid-19, Flor de Milho abre una nueva etapa. Ahora también ubicado en Alto do Belo Monte, el quilombo de artes se ha topado con otros problemas.
«Hoy formamos parte de una brecha en el proceso de gentrificación del sur de la ciudad (Natal). Somos unas cuatro calles apretujadas entre algunos barrios cerrados de lujo. […] hay una especulación inmobiliaria muy fuerte en relación con la comunidad, ha habido varios intentos de desalojarnos, pero los residentes han resistido», dice Stéphanie.
En este segundo lugar, la primera acción, que continúa hasta hoy, fue la creación del grupo Dona Cora, que estudia Capoeira Angola. Stéphanie y Omim d’Funfun, una persona trans no binaria, coordinan este espacio.
El territorio de Alto do Belo Monte sufre una grave precariedad y estigmatización social, y la pandemia ha tenido un gran impacto en los residentes, perjudicando sus vidas y trabajos. Como residente, Stéphanie lo sintió en su propia piel cuando le resultó difícil dirigir Negro Charme: los clientes tenían que acudir a su estudio y se quejaban mucho de la ubicación.
Con esto en mente, y con el apoyo de la Ley de Emergencia Aldir Blanc para el sector cultural, nació el Festival Cores do Beco, que benefició directamente a dieciséis familias en su primera edición de 2021.
Acciones artísticas que fomentan la pertenencia de los residentes
El proyecto consiste en pintar y renovar las paredes de las casas y crear murales que infundan un sentimiento de felicidad, pertenencia y orgullo a quienes viven allí a través del arte. Además de contrarrestar la narrativa de violencia que existe en la zona. «Es la estética como un proceso colectivo local, que implica a los residentes», dice Stéphanie.
A partir de ese festival, la coordinación comunitaria se fortaleció y hoy la oficina de Natal cuenta con 11 miembros que organizan y preparan actividades para la comunidad. En 2022, el evento celebró su segunda edición con el apoyo de Coserne (Companhia Energética do Rio Grande do Norte) y la Ley Câmara Cascudo para fomentar la cultura en Rio Grande do Norte. El evento consiguió llegar a más de 40 familias.
«El proyecto creció muy rápidamente, se duplicó con creces de un año para otro, ¿verdad? Y eso es porque trabajamos desde adentro, no trabajamos en lugares ajenos, vivimos aquí», afirma la artista e investigadora.
El impacto de estas acciones se aprecia en el cambio de mentalidad tanto de los residentes como de los transeúntes. Si antes pocos temían acercarse al Alto do Belo Monte, hoy hay incluso un polo de economía creativa y empresas negras que presentan el lugar a las personas interesadas en conocerlo.
Las acciones del Quilombo Flor de Milho – apoyo para multiplicarse
Hoy, además del Negro Charme y del Quilombo, el barrio cuenta también con la Casa Afro Poty, una iniciativa que disputa narrativas sobre los pueblos del territorio potiguar, y otros emprendimientos liderados por otros residentes de la comunidad.
Para acompañar y apoyar directamente las actividades realizadas por el Quilombo Flor de Milho Art, entre en contacto directamente a través de las redes sociales del proyecto.