La juventud peruana al rescate de Belén, la «Venecia Amazónica»

La organización JOABE identificó que vivir en medio del agua y la precariedad también ha llenado los hogares de estrés, enfermedades y desde hace 10 años lucha por aliviar los males a través del trabajo lúdico con menores.

18.06.24

En el distrito de Belén, los niños y niñas de 4 años tienen la obligación de aprender a nadar. Esta habilidad, que en otros lugares podría considerarse un pasatiempo, es aquí una necesidad vital. Es una medida de autoprotección para evitar más tragedias en un lugar donde la vida se desarrolla sobre el agua.

Belén, ubicada en la ciudad de Iquitos (región Loreto, en Perú), es mundialmente conocida como ‘La Venecia Amazónica’ pero, lejos de tener una impresionante arquitectura, es un lugar empobrecido e inundado de problemas que concentra más de 2.600 familias. La mayoría no cuenta con agua potable, el nivel de contaminación del agua aquí es tan alta que no han podido volverla apta para el consumo humano. Tampoco cuentan con un sistema de drenaje y cuando el caudal del río Itaya crece, las casas quedan en medio del agua durante seis meses (de enero a junio).

Todo ese tiempo las familias deben navegar y trasladarse a diario en botes o lanchas para ir a sus trabajos o escuelas. Además, deben construir puentes para llegar a sus destinos y lo hacen ellos mismos porque el Estado no se hace presente. Las casas altas son construidas con palos, quincha y calaminas, y en cada una pueden habitar hasta tres familias generando hacinamiento, lo que puede derivar también en problemas de salubridad.

En ese periodo de inundación, los problemas en los hogares también incrementan, el estrés se apodera de los padres, se registran casos de violencia con más frecuencia y los espacios para la recreación se acortan. Según el portal ‘Síseve’ del Ministerio de Educación, en 2017 se atendieron a 635 niños, niñas y adolescentes, cifra que se elevó a 1,014 en el 2023. De acuerdo a esta misma fuente, para el 2023 la atención por violencia sexual contra menores de edad llegó a 56 % en esta región.

Trabajo infantil

En esta parte de la Selva peruana, la realidad de los menores se torna tan compleja como triste. Hay muchas trabas para su adecuado desarrollo y derecho al juego. Esto lo sabe muy bien Manuel Mozombite, fundador de la organización Jóvenes y Adolescentes Beleninos (JOABE), quien desde hace 10 años ‘rema’ en Belén buscando la recuperación socioemocional de los niños y jóvenes a través del juego libre y la educación.

Manuel recuerda que, cuando solo tenía 7 años, decidió trabajar. A su corta edad entendió que para mejorar las condiciones económicas de su familia debía ayudar y lo hizo vendiendo frutas, verduras y dulces en el distrito de Belén, lugar donde nació, creció y por el cual, hoy, lucha incansablemente. Con el paso del tiempo, también fue consciente de que perdió parte de su niñez por laborar en las calles, pero es algo de lo que no se arrepiente y dice que -por el contrario- debido a sus vivencias, sigue trabajando para que más niños tengan acceso a la sana recreación.

JOABE se fundó en 2014, dos años después de una serie de desafortunados hechos que afectaron la vida de las personas que viven allí. En 2012 se registró la primera y la más fuerte serie de inundaciones de la historia de Loreto en la que Belén fue la más perjudicada. El mismo año, en la zona baja del distrito, un incendio arrasó con más de 147 casas y tuvo un total de 1500 afectados. El origen de ese incendio fue el uso inadecuado de las cocinas artesanales llamadas ‘tushpas’ que las familias hasta hoy tienen en casa.

Por si esto no fuera suficiente, otro tema que preocupa son las enfermedades causadas por el agua que se mantiene empozada, de donde emanan olores fétidos y mantiene la basura flotante. Esto perjudica a niños y adultos mayores provocando asma, malaria, dengue, leptospirosis (enfermedad bacteriana que se transmite por la orina de animales infectados o mediante el agua) y constantes resfriados.

En lo que va del 2024, el departamento de Loreto ha registrado un alarmante número de víctimas por malaria: dos personas fallecieron (un adulto mayor y un niño) y ya ha superado las 8.000 personas afectadas. En cuanto a la anemia, en 2023 afectó al 58.1% de los niños y niñas menores de 36 meses.

Belén parece ser una zona que vive constantemente a prueba. Con grandes desafíos y poca ayuda, JOABE no desmaya en su lucha y continúa enfocado en promover valores y educación a través del arte y el juego. En épocas en las que el río crece, cuyas fechas coinciden con las vacaciones de los niños, ellos van al local de JOABE donde reciben clases de arte, dibujo y reforzamiento de las materias que llevan en las escuelas.

La organización, actualmente conformada por 28 jóvenes, también realiza actividades culturales, deportivas y campañas de limpieza en las que involucra a los vecinos y visitantes del Perú y extranjero. “Realizamos un plan anual. Entre las acciones programadas contemplamos visitas a las diversas comunidades para jugar con los niños. Pero, sin duda, la actividad que más los emociona son las ‘Chocolatadas’ que hacemos todas las Navidades”, dice Manuel.

Tayra Ocumbe, de 17 años, es una de las voluntarias más jóvenes en la organización. Se encarga de ayudar con las tareas a los escolares y de ir a las comunidades llevando materiales didácticos y juegos para alejarlos del posible caos que podría rodearlos en sus hogares. “En estos meses en que los chicos van al colegio, los ayudamos los lunes y martes durante dos horas. Vemos qué cursos necesitan reforzar y trabajamos con ellos sin dejar de lado la diversión”, dice Tayra.

La calidad en educación dirigida a los menores no es óptima, tampoco las condiciones en las que estudian. De acuerdo con el Censo Escolar del Ministerio de Educación de 2022, solo el  6.1% de los colegios públicos de Loreto cuentan con servicios básicos de agua, desagüe y electricidad.

Ante todos los desafíos que enfrentan en Belén, Tayra asegura que no todo es negativo y que tiene mucha esperanza en las personas de esta parte del Perú. “Hay gente muy buena aquí que quiere ayudar y mejorar la vida de los vecinos de Belén. En cuanto a mí, solo puedo decir que JOABE alegra mi vida, ayudar a niños hace que yo olvide mis problemas para poder contagiarles solo energías positivas”, agrega.

¿Te gusta la labor que realiza JOABE?

La organización Jóvenes y Adolescentes Beleninos (JOABE) recibe voluntarios que quieran apoyar estas nobles actividades dirigidas a menores. Para tener la categoría de ‘Voluntario’ el requisito obligatorio es que tienes que ser de Belén. Si deseas ayudar desde otras zonas del Perú o el mundo, te convertirás en ‘Embajador’.

Los niños y las niñas de este distrito necesitan de herramientas para seguir aprendiendo. Si estás interesado en colaborar, ten presente que ellos requieren:

  • Cuadernos
  • Libros
  • Lápices, lapiceros, plumones
  • Pelotas (fútbol – vóley)
  • Colchonetas
  • Sillas
  • Escritorios

Si quieres conocer más y/o ponerte en contacto con ellos, puedes hacerlo a través de sus redes.

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Autor: Pierina Chicoma
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