Moverse sin barreras: la ONG que nació para garantizar el acceso de las personas con discapacidad

Se trata de la asociación civil Acceso Ya, que ofrece defensa jurídica para personas con movilidad reducida. Tiene 20 años de historia y lograron cerca de 900 acciones positivas para eliminar barreras. Entre las más frecuentes, se destacan las rampas, escaleras mecánicas y baños adaptados.

16.07.24

Por Paula Galinsky

“A mis 27 años, me diagnosticaron distrofia muscular y mi vida cambió para siempre. Hasta ese momento, bajaba y subía corriendo las escaleras y jamás había pensado en la importancia que tiene una rampa para una persona con movilidad reducida”. Lo dice Eduardo Rodríguez (57), quien hace más de 25 años inició un reclamo por falta de accesibilidad en la estación Jorge Newbery del tren Urquiza, ubicada en Hurlingham, en la provincia de Buenos Aires.

Esa denuncia lo llevó, muchos años más tarde, a dar con la ONG Acceso Ya, que tiene como objetivo la inclusión de personas con discapacidad motriz o movilidad reducida a través de la defensa jurídica del derecho a la accesibilidad.

Desde esta asociación civil trabajan para promover la supresión de barreras arquitectónicas y generar campañas de sensibilización en esta línea.

Si bien Eduardo se presenta como damnificado, luego cuenta que hoy también, y tras bastante trabajo en conjunto, se transformó en voluntario de la ONG.

Según relata, después de su diagnóstico y durante tres años, entre 1997 y 2000, pudo caminar con muletas. Sin embargo, con el tiempo la enfermedad avanzó y debió empezar a usar una silla de ruedas motorizada.

Fue entonces que se topó con los primeros obstáculos, cuando quiso hacer cursos en un centro de formación ubicado en la localidad de Pablo Podestá. El tren lo dejaba perfecto pero la estación más cercana a su casa no estaba adaptada y, por esto, no podía utilizarlo.

“No estudiaba porque no podía viajar. No podía trabajar porque, lamentablemente, no podía llegar. Lo mismo me empezó a pasar cuando quise sumarme a las actividades de concientización como voluntario de Acceso Ya”, comenta.

Por esta razón comenzó un reclamo a la concesionaria de la Línea de Ferrocarril General Urquiza, para que construyeran una rampa en la estación Jorge Newbery.

“Algo tan simple pero bastante tedioso de conseguir: una rampa para poder subir a la estación de manera autónoma y segura, como lo establece la Ley Nacional de Accesibilidad (N° 24.314). Una rampa no solo para mí, sino también para los vecinos de avanzada edad, las mujeres embarazadas y los niños”, señala Eduardo.

La ONG

La accesibilidad consiste en que todas las personas tengan la posibilidad de utilizar los ámbitos públicos y privados para desarrollar sus potencialidades económicas, sociales, culturales e individuales. 

Desde Acceso Ya están convencidos de que el acceso a los espacios físicos es el punto de partida para ejercer derechos y libertades en igualdad de condiciones, vivir de manera independiente y alcanzar el desarrollo pleno de la personalidad.

María Josefina Macías, coordinadora de Acceso Ya, explica que buscan “generar conciencia social acerca de la importancia de ponerse en el lugar del otro y respetar el derecho al acceso al medio físico en condiciones de seguridad, comodidad y autonomía, así como también la posibilidad de permanencia tanto en lugares públicos como privados”.

La organización nace ante un caso de discriminación: en 2001, la línea aérea Southern Winds no permitió que pasajeros con discapacidad realizaran un vuelo dentro de Argentina por no contar con acompañantes. Se basaba en un manual de operaciones que, según confirmó la Justicia en 2004, contenía cláusulas discriminatorias, por lo que se ordenó su reemplazo inmediato.

Para que la Justicia llegara a esa conclusión, el damnificado tuvo que accionar, algo que no todos tienen la posibilidad de hacer. Este antecedente dejó en evidencia que las personas con discapacidad que no pueden acceder a un abogado están imposibilitadas de hacer efectivos sus derechos. Por ese motivo, se creó Acceso Ya, la única ONG de Argentina dedicada exclusivamente a la temática de la accesibilidad física.

La institución no persigue fines de lucro y trabaja en la temática desde hace más de 20 años sin recibir, hasta el momento, ningún tipo de fondo o subsidio estatal. Ya lograron cerca de 900 resultados positivos en distintos ámbitos de intervención, como escuelas, universidades, cines, teatros, veredas, edificios públicos y privados. Entre sus principales tareas, se destaca la mejora en las condiciones en el transporte.

El caso de Eduardo

Desde marzo del año 2019, Acceso Ya trabaja en una causa judicial para lograr la accesibilidad física en toda la línea del tren Urquiza. El reclamo incluye la estación Jorge Newbery.

En noviembre de ese año lograron una medida cautelar para que la concesionaria del servicio garantizara el acceso a la estación Jorge Newbery. Actualmente, los dos andenes cuentan con rampas.

Sin embargo, María Josefina aclara que la situación todavía no se resolvió: “Continuamos trabajando para que se presente un plan de obra que contemple a las otras estaciones que aún no cuentan con accesibilidad”. 

Sofía sigue esperando

accesibilidad

En una lucha similar está Sofía Bernasconi (45). “A los 19 tuve una lesión medular por lo que utilizo una silla de ruedas para movilizarme.  Después de meses de rehabilitación tras mi accidente, me encontré con un montón de barreras arquitectónicas: veredas rotas, rampas rotas, lugares donde no había accesibilidad”, comparte.

“Hoy trabajo en una entidad bancaria y tengo que ir todos los días desde el barrio de Almagro hasta Plaza de Mayo, en el centro porteño. Este trayecto que podría durar 25 minutos en subte a mí me lleva más de una hora”, advierte.

Vive a dos cuadras de la estación Río de Janeiro de la línea A de subte,  en el barrio de Caballito, Ciudad de Buenos Aires, pero no puede utilizarla porque no se encuentra adaptada para usuarios de silla de ruedas. “No cuenta con ascensores ni con escaleras mecánicas en ninguno de sus ingresos. Por lo que debo tomarme un colectivo que tarda mucho más”, sostiene.

“Junto a Acceso Ya realizamos los reclamos correspondientes. Nos contestaron que las obras de adecuación de la estación están previstas en un plan de obra a 20 años. ¡Una locura!”, agrega y asegura que seguirán insistiendo.

Cómo colaborar con el proyecto

Para saber más sobre Acceso Ya y colaborar, se puede ingresar a https://accesoya.org.ar/.

Autor: lupadobem
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