Tapitas de plástico generan recursos para protectores de animales

Cada día, cientos de tapitas de plástico se separan de sus botellas y poco a poco transforman el paisaje de la ciudad, acumulándose en las esquinas de las calles hasta terminar en las alcantarillas y contaminar las aguas de ríos y mares. Afrontar esta contaminación ambiental fue clave para resolver otro problema: el de los animales en situación de vulnerabilidad.

Al unir la conservación ambiental con la causa animal, varios proyectos han encontrado una alternativa interesante para resolver dos problemas a la vez. A través de programas que fomentan el reciclaje de tapitas, estos proyectos concientizan a la población sobre los efectos de la contaminación, recaudan recursos y garantizan cuidados a los animales en situación de riesgo, abandono y refugio temporal.

Funciona así: mediante campañas, los proyectos incentivan la donación de tapitas de plástico, que se recogen en puntos estratégicos. Hay puntos de recolección en empresas, colegios, edificios, supermercados, centros comerciales, etc.

Cuando la recolección alcanza el peso necesario, el material es enviado a los voluntarios, quienes se encargan de separar por colores. Luego de clasificarlo, se vende para reciclaje y con el dinero recaudado, el proyecto compra alimento y promueve la castración de los animales.

Pequeñas acciones, grandes impactos


Los resultados han sido prometedores. Tapita a tapita, la ONG Ecopatas ya ha recolectado 350 toneladas de tapitas plásticas y ha castrado a más de 13 mil animales desde que fue fundada en São Paulo, en 2018. La idea se inspiró en otro proyecto ya consolidado en Florianópolis (Santa Catarina).

“Quería juntar las tapitas y enviarlas allá, pero era inviable por el coste del envío. Empecé a investigar si había proyectos similares en São Paulo y no encontré ninguno. Fue entonces cuando decidí empezar a recolectarlas por mi cuenta, sin saber bien dónde almacenarlas ni a quién venderlas”, cuenta la fundadora de Ecopatas, Lucia Fragoso.

Además de tapitas plásticas, la ONG también recolecta anillas de aluminio. Todo se vende para reciclaje y se convierte en castraciones de animales abandonados o en situación vulnerable. “Con esto, reducimos la cantidad de animales abandonados en las calles y también la cantidad de plástico que acaba en vertederos, ríos, mares y en la naturaleza en general, causando la muerte de animales marinos y aves”, resalta.

Del plástico a la comida


El proyecto Tapitas que se convierten en alimento sigue la misma estrategia para transformar la recolección de residuos plásticos en alimento para perros y gatos. Solo en 2024, se recolectaron más de 11 toneladas. La profesora Maria Adriana Corsi cuenta que el proyecto comenzó en el segundo semestre de 2020, “bastante tímido”.

Ella es de Pedreira, en el interior de São Paulo, y durante la pandemia empezó a distribuir garrafas de agua vencidas y personalizadas para incentivar la donación de tapitas. Hoy en día hay puntos de recolección en otros siete municipios de la región de Campinas y también en la capital.

“Recolectamos las tapitas plásticas con socios, vendemos ese material y con el dinero recaudado compramos alimento y proporcionamos atención veterinaria a animales en situación de riesgo, abandono y hogares temporales”, explica la profesora.

Trabajo voluntario


En Río de Janeiro, el proyecto Rio Ecopets ha recolectado más de 500 toneladas de plásticos desde que fue fundado en 2018. Las amigas Roberta Carvalho, Andreza Castro y Fernanda Perissé buscaban una alternativa para cuidar de los animales callejeros y la recolección de tapitas fue la oportunidad para sacar el proyecto adelante, que ya ha beneficiado a unos 5 mil animales.

“Nosotras transferimos el dinero y pedimos que se use en castraciones y en los costes que eso conlleva. Pero si hay urgencia para comprar alimento, medicamentos o pagar una consulta veterinaria, lo permitimos. El dinero se usa completamente en la causa animal”, dice Carolina Barboza, voluntaria del proyecto.

Hoy en día Rio Ecopets cuenta con 400 protectores de animales registrados y 600 puntos de recolección distribuidos en varios barrios de la ciudad. Al igual que en los otros proyectos, todo se realiza mediante campañas de concienciación y trabajo voluntario.

¡Apoyá esta causa!


Nosotros, en Lupa do Bem, también nos sentimos conmovidos por esta causa y desde principios de 2024 venimos recolectando tapitas y colaborando con proyectos en Río de Janeiro y São Paulo. En poco más de un año realizando campañas en las oficinas de la agencia, recolectamos alrededor de 100 kg de tapitas plásticas.

Para inspirarte y saber más sobre los proyectos mencionados en este reportaje, seguí las páginas de Instagram: @rioecopets, @tampinhasqueviramração y @ecopatas.

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