El Instituto Esporte Mais garantiza la seguridad y aumenta la permanencia de niñas y mujeres en el fútbol de Fortaleza, Ceará
El fútbol femenino respeta las diferencias de género, fomenta las habilidades técnicas y socioemocionales y genera transformación social.
Hoy, el fútbol sigue considerándose un deporte masculinizado. Para romper este estigma, Daiane França, jugadora de fútbol desde su juventud, creó el Instituto Esporte Mais. El proyecto vela por la seguridad de las niñas y mujeres que juegan al fútbol. Sobre todo, les ofrece herramientas para que sigan jugando con el paso de los años.
Entre los retos para que las niñas y las mujeres sigan practicando este deporte están la falta de espacio para jugar, los episodios de acoso moral y sexual dentro y fuera del campo, la constante asociación de los futbolistas con el lesbianismo como forma de opresión, la falta de respeto a las necesidades fisiológicas femeninas ligadas a la menstruación, etc.
Por eso, muchas niñas y mujeres empiezan a jugar, pero acaban abandonando al cabo de un tiempo, explica Jessyca Rodrigues, cofundadora del Instituto Esporte Mais. Jessyca también fue jugadora de fútbol y cuenta que se enfrentó a varias dificultades.
«Siempre teníamos que compartir la cancha con los hombres, y cuando llegaban, teníamos que parar el partido para liberar el espacio. También tuve algunas experiencias con equipos de fútbol en los que los propios entrenadores no sabían cómo tratar los problemas de las mujeres, como la menstruación, por ejemplo. Nos veían como un problema», rememora.
El fútbol al servicio del desarrollo
Daiane França y Jessyca Rodrigues son educadoras físicas. Crearon el Instituto Esporte Mais tras participar en un programa de formación ofrecido por la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) durante el periodo de los megaeventos deportivos celebrados en Brasil: la Copa del Mundo y luego los Juegos Olímpicos, entre 2014 y 2016.
Durante el programa «Deporte para el Desarrollo» de la GIZ, fue posible pensar en nuevas metodologías que utilicen el deporte como herramienta de transformación social. Para ello, fue necesario incluir una visión de desarrollo integral, en la que fuera posible desarrollar habilidades emocionales, personales y sociales, además de las bien desarrolladas habilidades técnicas del deporte.
Como resultado, los participantes en el programa crearon enfoques pedagógicos innovadores: «Social Training fue un manual construido a partir de experiencias de Alemania junto con experiencias brasileñas. Participamos en la construcción de este material y poco después fundamos el Instituto Esporte Mais. Era la forma de continuar ese trabajo, vimos lo significativo que era y que podía tener impacto social», describe Jessyca.
Las niñas y las mujeres en el fútbol
El Instituto Esporte Mais se creó para incluir y mantener a niñas y mujeres jugando al fútbol. Así, el primer proyecto del instituto fue Fútbol para la Igualdad. Dirigido a niñas de 12 a 29 años, el proyecto es desarrollado por un equipo multidisciplinar formado íntegramente por mujeres: trabajadora social, psicóloga, nutricionista, profesionales de la educación física y pasantes.
Las actividades comenzaron con talleres sobre empoderamiento femenino en los equipos de fútbol existentes. «Los talleres tuvieron lugar durante el propio partido y las chicas que participaron en las actividades dijeron que nunca habían tenido una sesión de entrenamiento que les diera voz, donde pudieran hablar de cómo se sentían. Nos dimos cuenta de lo importante que era», explica Jessyca.
El proyecto pronto se convirtió en una referencia y hoy sigue siendo una pieza central del instituto. Según Jessyca, es crucial garantizar espacios seguros e inclusivos para que las chicas accedan al deporte y permanezcan en él:
«Tenemos que ofrecer a las chicas un espacio seguro físicamente, pero también emocionalmente. Para ello, los entrenamientos deben tener lugar en un lugar de fácil acceso, que cuente con seguridad física, un entorno que se pueda controlar, con una puerta que se cierre durante el partido y que impida el acceso externo al interior del campo», explica.
«También es necesario disponer de un espacio con vestuario, donde las niñas puedan tener intimidad para cambiarse de ropa e higienizarse si están menstruando. Además, hay que incluir compresas en los botiquines. Tienen que sentirse cómodas y que ese espacio es digno para ellas», recuerda Jessyca.
La naturaleza femenina no es un problema
Para Jessyca, lo que es natural para las mujeres no debe verse como un problema, ni debe impedirles practicar deporte. Por eso era importante desarrollar un proyecto en el que las mujeres se sintieran acogidas y dignas de practicar esa actividad física. Con medidas sencillas, las mujeres han aumentado el tiempo que dedican al fútbol.
«Si antes una chica que asistía a un proyecto de fútbol femenino se quedaba sólo uno o dos meses, ahora tenemos chicas que llevan cinco, siete años con nosotros y que no paran de desarrollarse, que incluso crecen dentro del propio proyecto», explicta Jessyca.
Además del aparato material, contar con equipos preparados, abiertos al diálogo y que ofrecen representación y futbolistas inspiradores, también contribuyó a fortalecer el proyecto. Muchos de los alumnos beneficiados, por ejemplo, siguieron estudiando educación física y se convirtieron en becarios. Construir el vínculo, señala Jessyca, fue crucial en este proceso.
Deporte y transformación social
Los estudios demuestran que en Brasil las niñas empiezan a practicar deporte mucho más tarde que los niños. Mientras que los niños empiezan a practicarlo a los cinco años, las niñas tienen su primer contacto a los 11. Esto significa que las niñas ya han perdido una etapa importante de su desarrollo físico y deportivo, advierte Jessyca.
Y cuando las niñas llegan a los 11 años y empiezan a practicar deporte, también se enfrentan a los cambios de la adolescencia y la pubertad. Por eso, explica, a menudo estas niñas se ven apartadas o se alejan de la práctica deportiva porque no se sienten acogidas ni cuentan con un equipo preparado para entender este ciclo.
En el fútbol, en particular, sigue siendo necesario romper la barrera de los prejuicios. «Las niñas que juegan al fútbol son vistas como masculinas y esto les provoca baja autoestima, entienden que ese lugar no es para ellas o que nunca funcionará», da a conocer Jessyca.
De esta forma, se trabaja mucho el tema de la autoestima. Después de ocho años de desarrollo de habilidades socioemocionales, los resultados son prometedores: la mayoría de las niñas beneficiadas por el instituto, además de aumentar su permanencia en el deporte, también lograron participar en cursos, talleres y avisos públicos y hoy son fotógrafas, árbitros, estudiantes universitarias y pasantes en el propio proyecto.
Cómo funciona e Instituto Esporte Mais
El Instituto Esporte Mais atiende a 150 niñas y mujeres de más de 15 barrios diferentes de la ciudad, en cuatro centros repartidos por Fortaleza (Ceará). Las niñas entrenan al fútbol dos o tres veces por semana y participan en otras actividades centradas en las habilidades socioemocionales y la igualdad de género.
Los centros funcionan mediante asociaciones con empresas privadas y autoridades públicas. Hay un centro de la Sociedad de Fútbol en la Universidad de Fortaleza (Unifor), un centro de Fútbol en el Centro Olímpico de Entrenamiento, otro centro de Fútbol Sala en la Cuca José Walter y, por último, un centro en la Arena José Walter, que también es propiedad de la Secretaría Municipal de Deportes y Ocio de Fortaleza.
Para participar en el proyecto es necesario realizar una inscripción, que tiene lugar dos veces al año: en julio y en enero. Puede inscribirse cualquier niña o mujer de entre 12 y 29 años. Tras inscribirse, las niñas asisten al proyecto durante un mes para entender cómo funciona. Si al cabo de un mes decide quedarse, recibe un kit que oficializa su entrada en el proyecto y que contiene una bota, dos uniformes, una mochila, un apretón y un calcetín. También se orienta a las chicas para que accedan a becas para deportistas y otras modalidades de apoyo.
Las principales fuentes de financiación del Instituto Esporte Mais son las leyes de incentivo al deporte, tanto la federal como la estatal. El instituto también cuenta con el patrocinio de BB Seguros, Elo, Livelo, Instituto Heineken, entre otros.
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Para más información, este es el correo electrónico de contacto: contato@esportemais.org