Con música hecha por sordos, Banda Surdodum encanta al público por donde pasa

El grupo cumple 30 años este año; los integrantes cantan y tocan instrumentos de percusión

18.07.24

Ellos tocan tambor, caja, repique, timbal, sonaja, pandereta y otros instrumentos de percusión, además de cantar. Con un detalle: muchos poseen sordera profunda. La Banda Surdodum, fundada por los músicos Ana Soares, Reinaldo Braz y Chiquinho Batera, surgió en Brasilia en 1994 y desde entonces no ha dejado de sorprender al público con sus presentaciones.

Con el apoyo de músicos oyentes en la voz, batería, bajo, guitarra y violão, el grupo fue pionero en la inclusión. “Empezamos con cinco y hoy somos 22, de los cuales 13 son personas con discapacidad, incluyendo al usuario de silla de ruedas Arnaldo Barros, que compone, canta y toca el violão”, recuerda la profesora y música Ana Soares.

Para quienes se preguntan cómo una persona sorda aprende a tocar un instrumento, ella explica: “partimos del principio de la vibración, es una cuestión de física y acústica. El sonido está hecho de ondas sonoras y nuestra audición no es solo por el aire, tenemos una audición por vía ósea. Entonces, nuestro cuerpo vibra, nuestro cuerpo escucha”.

Voces y percusión

Hija de una cantante, Ana, que es una de las oyentes y fundadoras del grupo, comenzó su trayectoria en la música a los 16 años en el bloque afro Asé Dudu, de Brasilia. “Entré en el bloque porque quería tocar percusión, pero un día el vocalista faltó y tomé el micrófono. Una de las directoras vio, le gustó y dijo, ‘de ahora en adelante será Ana quien cante’”, recuerda.

La Banda Surdodum surgió poco tiempo después. Ana acababa de graduarse en magisterio y comenzó a dar clases en el CEAL Ludovico Pavoni, una escuela para niños con sordera en Brasilia.

“Con 19 años fui a trabajar en Ludovico Pavoni. Continuaba en el bloque afro y Clésio da Cruz, que también era de la escuela, dio la idea de hacer una presentación de percusión. Él fue quien dio el nombre a la banda e, inclusive, regresó recientemente para celebrar los 30 años de trayectoria.”

Los niños de la escuela que aprendieron a tocar y cantar antiguamente se transformaron en los instructores de los talleres que la banda ofrece hoy. “La banda es nuestra carta de presentación, el arte-producto, pero tenemos otros proyectos, hacemos talleres y son ellos quienes dan las clases a otras personas sordas, y también a oyentes”, dice la música.

Banda Surdodum

Las clases de percusión y voz ofrecidas por la Banda Surdodum son gratuitas y abiertas para todos los niños y adolescentes con sordera, independientemente de tener otras discapacidades. Para divulgar su trabajo, la banda realiza talleres en diversas regiones administrativas de Brasilia y los niños que se interesan continúan con las clases semanales en la sede de la banda, que está ubicada en Asa Norte.

“Muchos oyentes dicen que no consiguen hacer ni una tercera parte de lo que nuestros alumnos hacen, pero hacer música es algo muy inherente al ser humano, unos tienen más habilidad que otros”, comenta Ana.

Además de la presentación hecha por músicos con sordera y repertorio hecho especialmente para personas con discapacidad, la Banda Surdodum también realiza toda la presentación en Libras. “Tenemos la presencia del intérprete desde el inicio y creo que eso abre muchas puertas, trae una conciencia social, de poder proporcionar música para este público”, se enorgullece.

En el Ritmo del Corazón

Partiendo del principio básico de la vibración, los instructores de música usan el ritmo corporal para enseñar el sonido a los alumnos. “Los instrumentos de percusión, como el tambor, proporcionan mucha vibración. Entonces siempre comenzamos enseñando con el surdão, un instrumento que tiene ese respaldo vibratorio, para que ellos tengan esa base rítmica, independientemente del instrumento que vayan a tocar”, explica Ana.

La música ha estado desarrollando diversas metodologías de enseñanza y ya ha creado otro método usando el violão. “Cuando usamos instrumentos armónicos, es mucho más complicado, porque hay notas y todo eso”. Para el futuro, la expectativa es ampliar la inclusión para personas con sordoceguera, a partir de una nueva metodología con el tacto y Libras Táctil.

Imagen: reproducción.

Workshops y talleres

Con músicas originales, un disco grabado, una trayectoria registrada en un documental y varios premios en educación e inclusión, la Banda Surdodum también es un instituto, ofreciendo workshops y talleres de teatro, arte, grafiti, fotografía, pedagogía inclusiva y más.

Entre los proyectos, están Surdodunzinho, con niños de la primera infancia, el Vovôdum, para el público de la tercera edad y el Lacradum, dirigido al público LGBTQIA+. “La trayectoria es muy larga, hacer arte en Brasil es complicado, más aún con artistas PCD. Nuestra mayor lucha hasta hoy es pagar la sede, pero hay tantas historias de éxito que creo que eso es lo que nos hace perseverar”, dice Ana.

La banda está formada por músicos y músicas que se conocen desde hace tiempo, muchos desde el inicio de su fundación, y cuando se encuentran, aprovechan el momento para recargarse de energía y esperanza. “En cada ensayo recordamos alguna historia, todas con muchas risas, porque llantos ya hubo muchos, pero nos quedamos solo con la parte buena.”

Autoestima e inclusión

Para Ana, el desarrollo del protagonismo de las personas con sordera es central para el proyecto. “Cuando ellos entran, hago una exigencia, que es la cuestión del estudio. Tuve un alumno que se detuvo en cuarto grado. Le exigí que volviera a estudiar y hoy tiene dos títulos universitarios y una maestría en curso. Eso es muy importante.”

No cabe duda de que la Banda Surdodum genera un impacto social positivo. “Existe una recuperación de la autoestima, en esta cuestión de estar al mismo nivel que los oyentes. Nuestros integrantes siempre hablan de eso, de tocar con el corazón, de la emoción cuando están con el instrumento, cuando están presentando y los otros elogiando, aplaudiendo con el sacudir de las manos”, comenta.

“La música tiene ese poder transformador. Hicimos un show en el Clube do Choro en Brasilia, por ejemplo, y lo que más impresionó es que, además de que las personas elogiaban la calidad de la música, el repertorio y el conjunto en general, agradecían la oportunidad de conocer nuestra banda. Eso fue muy agradable, ¿sabes?”, se emociona Ana.

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Para conocer más sobre la Banda Surdodum, visita el perfil en las redes sociales: YouTube, Instagram y Facebook, o contacta a través del correo electrónico: bandasurdodum@gmail.com.

Maira Carvalho
Periodista y Antropóloga, Maira es responsable de informar y escribir artículos en Lupa do Bem.
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