PAN: La ONG que siembra el amor por la lectura en los niños peruanos
La organización ha construido e implementado 10 bibliotecas en el país donando más de 40 mil libros hasta el momento beneficiando a más de 10 mil infantes en la actualidad
En las zonas más pobres del Perú, donde el acceso a recursos educativos es limitado y el analfabetismo afecta a cinco de cada 100 peruanos mayores de 15 años -según la Encuesta Nacional de Hogares 2023-, la lectura es una herramienta poderosa pero poco accesible. Motivados por cerrar esa brecha, la organización Proyecto de Ayuda a la Niñez (PAN) ha creado espacios acogedores llenos de libros con un único objetivo: que los niños y jóvenes tengan un encuentro especial con los textos.
La lectura, especialmente en la etapa escolar, es fundamental para el desarrollo integral de niños y adolescentes. Sin embargo, en Perú, las bibliotecas son ambientes poco comunes: hay apenas una por cada 34 mil habitantes, y “el promedio de lectura no alcanza un libro al año”, comenta Diego Blancas, director ejecutivo de PAN.
La mayoría de los colegios públicos carecen de bibliotecas e, incluso, de servicios básicos. En los primeros meses de 2024, poco antes del inicio de las clases escolares, el Ministerio de Educación informó que más del 50% de los colegios de Lima no tenían condiciones adecuadas para recibir a los alumnos. Esta situación que se repite cada año no detuvo a PAN que, desde el 2006, lleva libros y esperanza a los lugares que más lo necesitan.
Implementación con miles de libros
En 2004, Julia Ardiles fundó la ONG PAN en Pampas Grande, un remoto distrito en la región Áncash, con el firme propósito de brindar educación integral a los niños de las zonas de menos recursos del Perú. Ingeniera de formación, graduada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Julia siempre ha tenido un profundo amor por los libros. Durante su época estudiantil, enfrentó la difícil realidad de que el dinero no alcanzaba para comprar los textos que tanto necesitaba. Sin embargo, cada vez que lograba conseguir uno, lo valoraba al máximo, aprovechando cada página como un recurso invaluable, pues había aprendido a comprender el verdadero valor del conocimiento y el esfuerzo.
“Un libro puede ser la llave para salir del círculo de la pobreza. Y mientras haya una persona que crea en esto, nuestra misión continuará”, subraya Ardiles y recuerda que la primera biblioteca que construyeron se ubica a 3,700 sobre el nivel del mar en Áncash. Ella fue equipada con más de 4 mil libros y no solo beneficia a 350 niños y adolescentes, sino que ha transformado el día a día de toda la comunidad. Para los niños, es un espacio mágico donde pueden explorar mundos desconocidos y descubrir nuevos horizontes. Para los padres, representa la posibilidad de un futuro mejor para sus hijos.
La organización se encargó de la construcción, equipamiento e implementación de bibliotecas y ambientes educativos. Pero, no solo ofrece libros, también talleres para mujeres, salas de internet y espacios de aprendizaje. Incluso, desde el 2017, integraron invernaderos escolares, enseñando a los niños a sembrar y cosechar sus propios alimentos, conectando la educación con la nutrición.
La segunda biblioteca se instaló en la misma zona, pero esta vez en la Institución Educativa (I.E.) 86705, ubicado en el caserío de San Juan. La tercera se situó en el asentamiento humano San Jerónimo, también en Pampas Grande y la cuarta en la I.E. 86053 del caserío de Shancac.
El valioso trabajo de la organización y su impacto ha sido notable, especialmente en comunidades donde el analfabetismo pesaba más. “Antes, menos del 10% de los niños leía por el simple gusto. Ahora, con el incentivo de nuestras bibliotecas y talleres, más del 40% accede voluntariamente a libros”, añade Diego.
Al ver el éxito de las bibliotecas comunales, decidieron replicarlas en diferentes puntos de Lima. Fue así como en 2007 implementaron una biblioteca con 1,500 libros en el Hogar San Camilo, un refugio para niños con VIH. Los menores no solo obtuvieron textos literarios, sino que el ambiente cambió favorablemente y sus espacios se volvieron más acogedores.
Más tarde, en 2018, replicaron el modelo en Pamplona Alta, distrito de San Juan de Miraflores, donde ahora niños y jóvenes pueden leer y participar en talleres educativos. Su impacto se extiende también a colegios de Villa María del Triunfo, Comas, Puente Piedra y Canta.
Desde entonces, PAN ha transformado la vida de más de 10 mil niños a través de la implementación de bibliotecas y talleres educativos. El equipamiento de los colegios incluye mobiliario nuevo, material bibliográfico, equipamiento audiovisual, sistemas de biblioteca virtual e infraestructura de conexión a internet.
El proyecto se creó con la participación de autoridades educativas, asociaciones de padres y gobiernos locales, entre otros. Adicionalmente, se instruye a estudiantes y docentes locales sobre el correcto uso y administración de las instalaciones y sus equipos. Asimismo, representantes de PAN visitan cada mes las escuelas para monitorear el avance de los niños y la interacción que tienen con las bibliotecas.
PAN demuestra que, incluso en un país donde las bibliotecas son un lujo y los recursos escasean, la lectura puede ser una herramienta transformadora. Su labor, anclada en el compromiso con la educación, sigue abriendo puertas a futuros más prometedores para miles de niños y jóvenes peruanos.
A corto plazo, la meta de PAN es ambiciosa: construir dos bibliotecas nuevas cada año y formar una red de comunidades lectoras. Pretenden cerrar el 2024 con 12 bibliotecas implementadas. Cada biblioteca incluye entre 3,000 y 5,000 libros y mejoras en infraestructura para garantizar que no solo sean funcionales, sino atractivas.
PAN Perú no solo lleva libros a comunidades desatendidas; lleva esperanza y el recordatorio de que el conocimiento siempre será una herramienta poderosa para cambiar el mundo.
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- Computadoras
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