El proyecto aporta dignidad a quienes no tienen acceso a toallas femeninas y artículos de higiene durante la menstruación
La iniciativa del proyecto MenstRua, de origen académico, tiene su motivación en las calles
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Por: Alicia Lobato – Lupa do Bem / Favela em Pauta
Lo que se suponía que iba a ser solo una página web, creada como proyecto final para un curso de programación, se ha convertido en un grupo de voluntarios que distribuyen kits de higiene a personas que menstrúan y que viven en el centro de Manaos, en el estado de Amazonas. MenstRua se fundó en 2021 con el objetivo de hablar sobre la pobreza menstrual y aportar dignidad a varias personas de la capital de Amazonas.
Cumpliendo un año este septiembre, el proyecto cuenta con cerca de 40 voluntarios y está activo en la distribución de toallitas femeninas, la celebración de charlas sobre la menstruación y la reivindicación de políticas públicas. En los últimos 12 meses ya se han distribuido más de 2.000 kits menstruales.
Jumara Pimenta, de 27 años, licenciada en Administración y creadora de MenstRua, cuenta que cuando decidió crear el sitio web informativo sobre la pobreza menstrual, se dio cuenta de que no había ningún otro proyecto social que hablara de ello en Manaos. «Les conté la idea a algunas amigas y a todas les pareció genial, ya que muchas de ellas ni siquiera sabían lo que era la pobreza menstrual», cuenta.
Desde entonces, Jumara se ha dedicado no sólo a distribuir los kits entre las voluntarias, sino también a llevar el tema a todos los espacios. Dice que buscó especializarse en el tema y ahora se considera una educadora menstrual, participando en charlas, en eventos y en escuelas, y llevando la importancia del proyecto a todo el estado de Amazonas, ya que MenstRua también ha llegado a otros municipios además de la capital, con acciones y la pegada de afiches para sensibilizar a la población.
¿Qué es la pobreza menstrual?
El término pobreza menstrual ha sido objeto de un inmenso debate que implica el lugar político en la discusión sobre la distribución gratuita de toallitas higiénicas femeninas. Esto se debe a que, en pocas palabras, la pobreza menstrual es la falta de acceso a artículos básicos de higiene durante la menstruación, una realidad que repercute en la vida de miles de personas en el país.
En Amazonas, en 2021, el gobernador Wilson Lima promulgó la Ley nº 5.550/2021, que definió las directrices para la Política Pública de Dignidad Menstrual y la concienciación sobre la menstruación y el acceso universal a compresas higiénicas. Esto llevó al lanzamiento del Programa Dignidad Menstrual, que involucra a las secretarías de Asistencia Social (Seas) y de Educación y Deporte (Seduc), para beneficiar a las estudiantes que tienen dificultades para comprar toallas sanitarias debido a razones socioeconómicas.
Sin embargo, desde que se lanzó el programa, sólo se ha realizado una distribución, en marzo de 2022, a través de una gran donación de una empresa fabricante de toallas sanitarias.
A Jumara le preocupa que continúen las donaciones del gobierno. «En octubre vamos a iniciar una campaña de movilización para que, de alguna manera, el proyecto de ley que tenemos aquí en Amazonas realmente inicie la distribución que se propusieron hacer», dice.
Jumara también cuenta que, antes de iniciar el proyecto, salió a la calle para escuchar lo que la gente tenía que decir y cuáles eran sus principales dificultades durante el periodo menstrual. Recuerda que muchas mujeres decían que durante ese periodo utilizaban el agua del río para bañarse.
«En una de las últimas acciones que hicimos, hubo una mujer que lloró y nos dio las gracias. Fue muy emocionante, siempre nos reciben con mucho cariño. Nos damos cuenta de la importancia del proyecto cuando oímos que lo que hacemos es realmente necesario para ellas», afirma Jumara.
La importancia de hablar sobre ello
Ante la ausencia de un debate en profundidad sobre la pobreza menstrual, el proyecto adquirió mucha más responsabilidad. Además de las donaciones mensuales, era necesario ocupar otros espacios. Con la ampliación de los barrios atendidos, se pudieron realizar nuevas acciones, como la distribución de kits en escuelas públicas y actividades con mujeres indígenas.
Según Jumara, solucionar la pobreza menstrual no consiste sólo en repartir compresas, «también se trata de dar acceso a la educación menstrual, conocer tu propio cuerpo, pensar en la falta de saneamiento básico y la falta de acceso al alcantarillado, el tema es muy amplio», protesta.
Elizandra Ferreira, de 24 años, conoció MenstRua a través de su creadora Jumara y, tras seguirla en las redes sociales, decidió hacerse voluntaria. Para ella, la gente no conoce los problemas menstruales debido al tabú que existe en relación con su propio cuerpo, y es posible verlo incluso en los círculos de conversación. «Creo que el proyecto sirve para divulgar información, realizar acciones y estudiar para comprender el escenario de cada persona a la que intentamos ayudar», añade.
Para ella, es muy importante utilizar las redes sociales para difundir el mensaje entre amigos y familiares, y también como una forma de divulgarlo ampliamente. «Mostrar las acciones y el impacto que tienen acerca otra realidad a las personas, generando sensibilidad y el proceso de deconstrucción», dice Elizandra.
Cómo ayudar al proyecto MenstRua
Actualmente, el proyecto se mantiene gracias a las donaciones de personas interesadas en contribuir para que las acciones puedan llevarse a cabo. El proyecto también cuenta con una campaña recurrente, en la que es posible inscribirse como colaborador mensual. En Manaos, los interesados pueden acudir a los puntos de recogida distribuidos por la ciudad y dejar su propio material para que se incluya en el kit.
Para saber más sobre el proyecto y el grupo de voluntarios, visita su perfil de Instagram (@projetomenstrua) o la página web menstrua.netlify.app/