Se funda en Salvador el Instituto da Mulher Negra Mãe Hilda Jitolu
El bloque Ile Aiyê es un movimiento nacional de mujeres negras que se ha convertido en una referencia en el movimiento negro del país.
La Madre Hilda Jitolu es una figura importante del movimiento negro nacional. Nacida en 1923, es hija de negros brasileños nacidos durante la época de la esclavitud en el país. De niña se trasladó al barrio de Curuzu, en Salvador, donde permaneció hasta su muerte, a los 86 años, en 2009.
Su trayectoria de lucha por la igualdad racial y social comenzó a través del Candomblé, religión de matriz africana en la que se inició a los 19 años por motivos de salud. En 1952, con sólo 29 años, fundó el templo Acé Jitolu en el espacio de su casa, asumiendo la posición de mayor poder en la jerarquía del candomblé. A partir de entonces, inició un amplio trabajo cultural que desembocó en la formación del primer grupo africano de Bahía, Ilê Aiyê.
Defensora de los derechos humanos, siempre se preocupó de promover la belleza y el respeto por los negros en su casa y en su templo, cuenta Valéria Lima, fundadora del Instituto. «Fue ella quien ofreció a sus hijos una educación emancipadora y antirracista, un ambiente que propició la creación del grupo Ilê Aiyê», recuerda.
El Instituto de la Mujer Negra Mãe Hilda Jitolu se creó para reforzar este legado de lucha y se basa en dos pilares: preservar la memoria de las mujeres negras y generar ingresos. «La idea es que ofrezcamos formación a las mujeres, para que puedan profesionalizarse en algunas áreas. Inicialmente nos centramos en las artes manuales, valorando la artesanía. Queremos que estas mujeres aprendan un oficio que les garantice autonomía financiera. El espacio también será un refugio para las mujeres que lo necesiten por cualquier motivo», explica Valéria.
Educación, resistencia y lucha contra el racismo
El barrio de Curuzu, donde funciona el terreiro Acé Jitolu, está situado en la periferia de Salvador. En el pasado formaba parte de Liberdade, considerado por el IBGE el barrio más negro de la ciudad. En este escenario surgió, a finales de los años 70, el “Ilê Aiyê bloco”, compuesto exclusivamente por hombres negros. «En aquella época, los negros no podían participar en los grupos de Carnaval en Bahía, excepto como trabajadores. El momento era de dictadura militar. Aun así, los hijos de Mãe Hilda y otros hombres del templo decidieron que había llegado el momento de poner su propio grupo en la calle», cuenta Valéria.
Mãe Hilda dio todo su apoyo como líder religiosa para que el bloco pudiera salir y no fuera criminalizado. «Hasta hoy, el bloco está formado sólo por hombres y mujeres negros, y debe seguir así mientras haya racismo en Brasil», afirma Valéria.
Según Valéria, Ilê Aiyê inició sus actividades sociales inspirado por Mãe Hilda, después de que ésta fundara una escuela infantil en el propio templo, a finales de los años ochenta. «En aquella época, los poderes públicos sólo ofrecían acceso a la educación pública a partir de los 7 años. Madre Hilda nunca fue a la escuela, aprendió tarde a firmar con su nombre y le disgustaba ver niños sueltos por la calle. Por eso decidió abrir las puertas del templo a estos niños, para enseñar a los que no tenían acceso a la educación», explica Valéria.
«Ilê también se formó para actuar en Carnaval en el templo. Ya funcionaba como sede del bloco cuando Mãe Hilda abrió la escuela. Fue a partir de ahí que Ilê empezó a hacer acciones sociales, aprovechando el contraflujo de los niños para ofrecer proyectos de extensión educativa», recuerda Valéria, que también es nieta de Mãe Hilda y registró el legado de la familia en su tesis de maestría. «Mi madre confecciona los trajes para Ilê, esto también forma parte de mi historia familiar. Soy la tercera generación de mujeres negras que trabaja con el movimiento», afirma.
En este proceso, Ilê se convirtió en una asociación cultural y empezó a promover la ciudadanía entre niños y jóvenes a través de proyectos sociales basados en la danza, la música y los trajes, que hacen referencia a la ascendencia africana. Fue para preservar la memoria de Mãe Hilda Jitolu y fortalecer este legado de resistencia y lucha contra el racismo por lo que Valéria Lima fundó el Instituto, explica.
Feminismo negro y acción popular
La idea de crear el Instituto de Mujeres Negras Madre Hilda Jitolu surgió durante la pandemia. «En junio de 2020, cuando todo estaba parado, el mundo se revisaba, se recomponía, me vino una pregunta muy fuerte: ¿qué podía hacer yo para contribuir con otras mujeres negras? Acudí a mi hermana, que es trenzadora como yo, y a mi madre, y ellas me apoyaron», recuerda Valéria. La sede del Instituto se encuentra en el terreiro Acé Jitolu y cuenta con la participación de unas 20 personas de la comunidad.
Para ella, el Instituto es su forma de contribuir a la sociedad. Licenciada en Periodismo y con un Máster en Estudios Étnicos y Africanos, Valéria Lima forma parte de la primera generación de su familia en cursar estudios superiores y dice que sintió la necesidad de devolver todo lo que la vida le ha dado a lo largo de su trayectoria personal. Nieta de Madre Hilda, escribió sobre su biografía durante su máster, finalizado en 2014. Valéria también trabajó durante 12 años en la televisión pública de Bahía, fue redactora del portal Correio Nagô y Directora de Comunicación del Instituto Mídia Étnica.
El hecho de que sea un instituto centrado en la mujer tiene razones históricas. «Durante mucho tiempo estudié a las feministas negras, a Luiza Bairros, a autoras americanas como Ngela Davis, y tengo la necesidad de trabajar la práctica del instituto dentro de esta perspectiva negra y feminista.
Porque aunque las mujeres siempre han tenido un papel destacado en la historia de Ilê, estamos hablando de una organización dirigida exclusivamente por hombres. Y aunque sean hombres negros, las diferencias de género siempre existirán. No es de extrañar que exista el feminismo negro», afirma Valéria.
El centenario de Mãe Hilda y la fundación del Instituto
El Instituto fue fundado en octubre de 2022. El lanzamiento oficial, sin embargo, sólo ocurrió el 6 de enero de 2023, durante la celebración del centenario de Mãe Hilda, en un evento histórico en el terreiro Acé Jitolu, donde se encuentra la sede del Instituto. Con el apoyo de la Secretaría de Promoción de la Igualdad Racial de Bahía y la presencia de artistas y políticos, el acto fue recogido en varios periódicos locales y nacionales.
El Instituto obtuvo fondos de un concurso público para renovar su sede. También recibió una donación del fotógrafo Robério Braga, que convirtió el 50% de las ventas de su libro «Tranças Barrocas». El libro es el resultado de una investigación sobre la milenaria tradición de trenzar el pelo, que comenzó con registros y observaciones en las ciudades de Cachoeira y Salvador, en los distritos de Curuzu, Pelourinho y Ribeira. La donación se destinará a la realización de talleres. El Instituto también lanzó un sello conmemorativo de Mãe Hilda realizado por el artista bahiano Wilton Bernardo.
«Ahora estamos en un momento de captación de nuevos recursos. Me estoy reuniendo con varias organizaciones para realmente tener condiciones de iniciar nuestro trabajo «, dice Valéria. ¡El trabajo es largo! «Lamentablemente todavía tenemos que sensibilizar, luchar mucho contra el racismo. Y vemos que cada generación de nuestra familia ha aprendido a luchar contra el racismo de una manera diferente. Ilê lo hizo con su música, a través de su danza, sus trajes, todo su movimiento. Lo que el Instituto hace hoy en esta tercera generación es traer mujeres para que aprendan oficios, para que trabajen. Y también para que tengan clases de ciudadanía, para que interactúen, para que tengan un espacio acogedor para fortalecerse y seguir luchando contra el racismo nuestro de cada día», dice Valéria.
¿Quiere apoyar esta causa?
Siga las redes del Instituto de la Mujer Negra Madre Hilda Jitolu o contacta por email:
https://www.instagram.com/institutomaehildajitolu/
Correo electrónico: institutomaehildajitolu@gmail.com