Esperanza y ciencia para vencer los mitos sobre el cannabis medicinal

Crédito de la imagen: César Matos

Por: Renato Silva / Lupa do Bem – Favela em Pauta

Mientras el tema del cannabis medicinal es atacado por el escenario polarizado del debate político, en la sociedad civil es posible encontrar quienes se ocupan del tema para ayudar a las personas a aliviar el dolor físico y mental. Es el caso de Abrace Esperança, una asociación sin ánimo de lucro, ubicada en João Pessoa (PB), que ayuda a las personas a acceder a tratamientos con el aceite de la esperanza, como se denomina.

La asociación está autorizada desde 2017 por la justicia brasileña para cultivar y suministrar derivados de Cannabis Sativa a sus socios en forma de aceites y pomadas.

La fundación de Abrace coincide con la situación de muchas familias que luchan por el derecho a tratar a sus familiares con derivados de la planta de Cannabis Sativa. La creación de la asociación tuvo lugar ante la desesperación de la familia del fundador, Cassiano Gomes – que, habiendo vivido en Estados Unidos y teniendo conocimientos sobre la terapia con fitocannabinoides – decidió ayudar a su madre, que estaba hospitalizada con un grave problema de salud, para conseguir medios para importar la sustancia.

De esa experiencia surgió la intención de ayudar a otras personas y familias. La exposición trajo mucha demanda y la necesidad de crear Abrace Esperança. Según la oficina de prensa, la asociación atiende actualmente a más de 20.000 socios y es el único CNPJ brasileño autorizado para el cultivo de la hierba. «Es una responsabilidad inmensa porque Abrace está entre el dolor del paciente y las exigencias del Ministerio Público. Así que es un limbo legal».

La Abrace cuenta con un amparo que, desde 2017, le otorga autorización para cultivar y suministrar derivados a sus asociados, pero esto no es una garantía de trabajo simplificado. «Aun teniendo esta autorización, hay muchas cosas que siguen siendo obstáculos y que se interponen en el camino. La propia falta de regulación y la necesidad urgente que tiene el paciente. El paciente llega a Embrace ya sin esperanza, ya ha probado varios tratamientos para enfermedades graves y crónicas, y los tratamientos no funcionan. Por lo tanto, estas personas llegan con mucha ansiedad y el proceso es burocrático», dice la oficina de prensa de la asociación.

Hay escasez de datos oficiales sobre los males y trastornos que figuran entre los tratados con derivados de la planta de Cannabis Sativa, pero la asociación cree que entre 10 y 20 millones de brasileños se beneficiarían si la sustancia estuviera regulada en el país, y señala una salida. «La Abrace anima a otras asociaciones a tener también su derecho al cultivo legalizado. El PL 399 es una regulación que facilitará esto. Por lo tanto, Abrace apoya el PL y también cree que muchas más asociaciones podrían ayudar fácilmente en esta demanda para proporcionar la medicina a los que la necesitan».

Todavía hay mucho que conquistar en los tribunales

El mencionado Proyecto de Ley es el PL 399 / 2015, de autoría del diputado Fábio Mitidieri (PSD), que tiene como objetivo permitir la comercialización de medicamentos que contengan extractos, sustratos o partes de la planta de Cannabis sativa en su formulación.

Los beneficios que puede aportar la PL 399 no son sólo medicinales, sino también veterinarios, científicos e industriales, afirma la directora de investigación de la Liga de Salud Familiar y Comunitaria de Unigranrio y estudiante de medicina, Nathália da Silva. «La regulación de la investigación y el uso medicinal de un medicamento permite establecer normas de seguridad, que, en este caso, [se refiere] a la realización del cultivo con fines medicinales. En el PL, no se menciona la legalización de la marihuana para uso recreativo, lo que excluye este corte de la agenda, y – teóricamente – ya reduciría en gran medida algunos de los mayores problemas relacionados con la discusión de la marihuana en la sociedad».

Otro que celebra la aprobación de la regulación de estas drogas es el farmacéutico Fernando Eufrasio. «Veo con buenos ojos [la aprobación del PL399], vislumbrando el futuro, ¿no? Porque hoy los principales fármacos para las principales patologías: son la TDH, las convulsiones y los episodios convulsivos. Los fármacos utilizados hoy en día causan muchos problemas y muchas interacciones farmacológicas, principalmente. Normalmente, los que se someten a tratamiento para estas patologías siempre tienen una politerapia, que [consiste en] dos, tres, cuatro o más medicamentos para este control. Y está el problema de la interacción, el problema de la absorción, en fin, hay varios problemas que tenemos que tratar y tener mucho cuidado».

Fernando dice que la situación es diferente con los medicamentos a base de cannabis. «En los estudios que se han realizado, en los seguimientos, los pacientes [que usan estos medicamentos] no han tenido efectos adversos. Por lo tanto, hoy en día es una de las mejores opciones de medicamentos en el mercado. Lo veo con muy buenos ojos y acciones como esta [Abrace] facilitarán mucho el acceso, y contribuirán a acabar con este estigma del uso de medicamentos basados en el cannabis».

Glosario:

Cannabis Sativa – Es una planta relacionada con el lúpulo, descubierta y utilizada durante siglos por diferentes civilizaciones a lo largo de la historia con efectos terapéuticos y religiosos. Su eficacia en el tratamiento de la epilepsia se ha registrado desde hace miles de años.

Fitocannabinoides – Son las sustancias o compuestos presentes o extraídos de la planta de cannabis, siempre de origen natural.

Asociaciones de Cultivo – Son organizaciones comunitarias o sociales cuyo objetivo es promover la información, el cultivo asociativo entre pacientes o tutores, o en algunos casos, como Abrace, la venta de aceites producidos con fitocannabinoides.

PL 399/2015 – Proyecto de ley en discusión en el Congreso Nacional que propone la regulación del cannabis sativa para uso veterinario, medicinal, de investigación e industrial. El proyecto no autoriza ni discute el uso legal por parte de adultos y no permite a los pacientes cultivar sus plantas o producir sus propios aceites.