Víctimas de errores médicos crean asociación en busca de justicia

ANAVEM ofrece apoyo y asesoría jurídica a más de 2.500 asociados; muchas víctimas lograron apelar decisiones judiciales

01.08.24

Jonathan Silva fue un bebé deseado y esperado con mucho cuidado. Su período de gestación fue saludable, con toda la asistencia necesaria y sin ninguna complicación durante el prenatal. Sin embargo, algunos errores médicos durante el parto hicieron que naciera con falta de oxígeno, lo que provocó una grave parálisis cerebral y una vida breve de solo 7 años de edad.

“Mi hijo fue víctima de encefalopatía hipóxica isquémica durante el nacimiento. Logramos la condena del hospital y de las enfermeras, pero como el médico fue considerado reo primario, él hizo una transacción penal”, explica el padre, Jonas Lourenço Silva.

Él y su esposa Jacheline Batista Pereira Silva son los principales artífices de la Asociación Nacional de Víctimas de Errores Médicos (ANAVEM), que fue fundada en 2018 y hoy cuenta con alrededor de 2.500 asociados. Con el apoyo de profesionales voluntarios, la ANAVEM ha sido mantenida con los recursos de la indemnización de Jonathan.

“Hoy busco, junto con mi esposa, abogados y algunos médicos que nos acompañaron en nuestra trayectoria, aplicar ese conocimiento, ofreciendo orientación, apoyo y, sobre todo, acogida, porque, al igual que nos ocurrió a nosotros, las personas que pasan por esto quedan desorientadas, sin horizonte”, comenta Jonas, quien también es presidente de ANAVEM.

Errores médicos

Según Jonas, Jacheline sufrió negligencia y violencia obstétrica en el hospital en el que fue atendida en Maringá, Paraná. Bajo el cuidado de enfermeras despreparadas y con solo un médico de guardia, fallos en la atención dejaron secuelas que resultaron fatales para la supervivencia de su hijo.

“Participamos en el programa Cegonha, que incentiva el parto normal, durante todo el prenatal. Y cuando llegamos al hospital, ya en trabajo de parto, el ginecólogo que nos atendió hizo el examen de tacto y dijo que iba a tardar. Mi esposa fue internada, pero no hubo monitoreo. En ese período, el médico fue a hacer una cesárea en otra paciente. Pero después de poco tiempo, la bolsa se rompió. Había mucho sangre y meconio, aun así tardó en brindarnos asistencia”, afirma Jonas.

“El ginecólogo alegó que estaba solo. Cuando finalmente nos atendió, sacó a nuestro hijo en una cesárea de emergencia y el bebé ya estaba azul. Es decir, literalmente muerto. No se movía, no lloró. Fue entonces cuando el médico inventó que había Desprendimiento Prematuro de Placenta. Pero lo que ocurrió fue exactamente la demora en la atención, la demora en la extracción del bebé. Nació con Apgar 0.3 (escala de 0 a 10 que mide la salud del recién nacido en los primeros cinco minutos después del nacimiento; cuanto más alta la evaluación, mejor el estado clínico del bebé). Todo el proceso de reanimación tardó alrededor de 30 minutos, luego fue enviado a la UCI neonatal”, continúa.

“Terminada la cesárea, el médico me llamó y, poniendo la mano sobre mi hombro, dijo que el bebé estaba vivo, pero que no sobreviviría, que debía cuidar de mi esposa, ya que podría tener una grave depresión posparto. Le respondí: ‘doctor, lo que usted hizo, yo lo vi. Lo que pasó en el hospital, lo seguí de cerca. Entonces, a partir de ahora, solo hablaré con usted a la luz de la justicia”, dijo.

Jonathan estuvo internado alrededor de 3 meses en la UCI del hospital, pero todo tuvo que ser judicializado. “Pasados 10 días, el hospital comunicó que iba a desconectar los equipos de supervivencia de mi hijo y mi esposa, que es abogada, tuvo que presentar una medida cautelar. El juez ordenó al hospital la obligación de mantenerlo vivo mientras hubiera condiciones técnicas y científicas”.

Después de ese período, Jonathan fue a casa, donde se montó una estructura hospitalaria completa para mantener su bienestar. Sufriendo una grave condición de salud causada por la falta de oxígeno en el cerebro durante el nacimiento, sin embargo, no resistió y falleció poco tiempo después de cumplir siete años de edad.

La pareja Jonas y Jacheline Silva con su hijo Jonathan. Imagen: archivo personal.

Derechos del Paciente

La triste historia contada por la pareja Jonas Lourenço Silva y Jacheline Batista Pereira Silva no es un caso aislado. Al igual que ellos, miles de personas son víctimas de errores médicos cada año en Brasil. Datos de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) indican que hubo 292 mil incidentes involucrando fallos en la asistencia a la salud en 2022.

Según Jonas, el mayor número de denuncias recibidas por ANAVEM está relacionado con la cirugía plástica, seguido por violencia obstétrica y errores de ginecología. Sin embargo, aún no existe en Brasil una ley de derechos del paciente. La violencia obstétrica tampoco está tipificada como crimen, a pesar de las numerosas denuncias sobre maltratos a mujeres durante el prenatal, parto, posparto y lactancia.

La Organización Mundial de la Salud señala que 3 millones de personas mueren al año en todo el mundo por daños asociados a la atención en salud sin seguridad. Así, para protegerse de errores médicos, Jonas sugiere buscar referencias de los profesionales:

“Si hay tiempo, es decir, no es un caso de emergencia en el que se necesita ayuda inmediata, trate de conocer al profesional de la salud que lo atenderá. Busque los currículos en los Consejos Regionales de Medicina y en el Consejo Federal de Medicina. Es posible investigar en internet.”

En caso de muerte de la víctima, es necesario estar atento al siguiente procedimiento: “El familiar debe abrir un procedimiento en la policía de sospecha de esa muerte y solicitar la necropsia en el IML, porque después es difícil conseguir la exhumación en la justicia. Además, una vez que el cuerpo ha sido enterrado, no es posible levantar la causa de la muerte.”

Jonas también recuerda la importancia de la divulgación del caso en los medios. “La publicidad dada al caso ayuda, estimula y obliga la actuación tanto del poder judicial y la fiscalía, como de los profesionales de la salud. Lo que causó la condena del médico Roger Abdelmassih, por ejemplo, fue la notoriedad dada por la prensa (el médico fue condenado por violaciones, atentados violentos al pudor y actos libidinosos contra 37 pacientes).”

ANAVEM

La Asociación Nacional de Víctimas de Errores Médicos recibe todo tipo de víctimas de errores médicos y cuenta con el trabajo voluntario de profesionales especializados, además de ofrecer conferencias de concienciación sobre la responsabilidad de médicos y enfermeras en estas situaciones.

Jonas alerta que la relación entre paciente y médico debe ser de confianza y, en caso de desinterés o sospecha del hecho, debe ser denunciada. “Los profesionales de la salud pueden crear subterfugios contra el paciente y los familiares. Pero todo hospital está obligado a mantener un sector de quejas para reclamaciones, donde el paciente puede registrar todo por escrito”, indica.

Recuerda que la asociación surgió de la reunión de decenas de víctimas de errores médicos en todo el país. “Vivimos un flagelo, enfrentando todo solos, por eso buscamos otras víctimas para poder compartir. A través de las redes sociales, encontré víctimas en 16 estados brasileños y junto con ellas organizamos el Primer Encuentro Nacional de Víctimas de Errores Médicos en Maringá, en 2018. Allí se elaboró la propuesta para fundar una entidad que pudiera representar estos casos”, cuenta.

Imagen: archivo personal.

ANAVEM acoge y orienta a las víctimas y, cuando es necesario, representa los casos, todo de manera gratuita. Según él, algunas sentencias ya han sido revertidas. “Hoy tenemos una situación muy grave, no solo de los hospitales que buscan manipular la justicia para obtener resultados positivos, sino también de algunos abogados”, afirma.

Las víctimas que buscan la entidad siempre pasan por un proceso de verificación exhaustivo: “Primero, estudiamos el caso. Luego, sometemos el expediente a una evaluación con una médica colaboradora. Tras este dictamen, indicamos a un perito. Entonces, cuando va a la judicialización del proceso, en su mayoría ya está caracterizado el error, la negligencia, aquello que se cometió”, finaliza Jonas.

¿Quieres apoyar esta causa?

ANAVEM acepta donaciones y voluntariado. Para saber cómo asociarse, contacta a ANAVEM a través del correo electrónico: admreinoencantado@gmail.com.

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Maira Carvalho
Periodista y Antropóloga, Maira es responsable de informar y escribir artículos en Lupa do Bem.
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