Un freno a la crisis de extinción de especies: cómo trabaja la organización que conserva la biodiversidad de ecosistemas claves en Argentina y la región

Sofía Heinonen, bióloga y directora de Fundación Rewilding Argentina expone el recorrido que la llevó a potenciar la creación de territorios protegidos.

En medio de la crisis climática que atraviesa el mundo, crece la discusión acerca de la creación de áreas protegidas como los Parques Nacionales. Estas zonas resultan elementales para el desarrollo de vida tal como la conocemos, por los bienes y servicios ecosistémicos que generan. 

Esta premisa motivó el trabajo de Douglas y Kristine Tompkins, el matrimonio que fundó Tompkins Conservation, una organización centrada en la conservación y restauración de la fauna y flora de cada región. Desde la década de 1990, comenzaron a elaborar estrategias para llevar a cabo un “modelo de producción de naturaleza” en el sur global. Con este objetivo, a lo largo del tiempo formaron equipos locales que hasta hoy trabajan para llevar a la práctica su visión.

Un legado que se extendió por todo el país

El proyecto inicial de conservación en Argentina se llevó a cabo en los Esteros del Iberá, provincia de Corrientes, ubicada en el noroeste del país. El Gran Parque Iberá tiene una superficie de 1.300.000 hectáreas. Allí se alberga la mayor población mundial del amenazado yetapá de collar y la segunda mayor de ciervo de los pantanos, además de ser un refugio para especies amenazadas como el aguará guazú, el venado de las pampas, aves de pastizal, el yacaré y el lobito de río. Entre los logros del equipo que trabajó en la región, cabe resaltar la reintroducción de osos hormigueros, yaguaretés o nutrias gigantes, una medida diseñada para asegurar la biodiversidad en las áreas protegidas creadas.

“Con el objetivo de extender el legado de conservación más allá del Proyecto Iberá, se constituyó Fundación Rewilding Argentina, con un equipo 100% integrado por argentinos para continuar la restauración ecológica impulsada por los Tompkins en otras eco-regiones de la Nación”, comparte Sofía Heinonen. Al respecto, desde la organización destacan que los profesionales intervinientes trabajan en los territorios donde se localizan los proyectos, por ende, conocen en profundidad las áreas naturales y sus necesidades.

En relación a la importancia de la labor de la Fundación en Argentina, Heinonen añade: “Demostramos que un modelo de producción de naturaleza es posible. Contribuimos a la generación de  territorios protegidos, restaurados, que aseguran la salud del ecosistema. Su funcionamiento correcto genera bienestar en las comunidades vecinas y propone un esquema nuevo de economías regenerativas”. 

Actualmente, la Fundación Rewilding está trabajando en diversos proyectos que se despliegan por cuatro eco-regiones de Argentina: chaco húmedo en Iberá, chaco seco en El Impenetrable, el litoral marítimo y la estepa patagónica.

“Durante el 2024 queremos ampliar nuestro trabajo al mar argentino – la Zona Económica Exclusiva- y colaborar con los gobiernos para cumplir los compromisos asumidos de protección del 30% del mar y toda su biodiversidad. Esperamos poder tener un impacto alto y continuar con los proyectos en las eco-regiones donde estamos trabajando”, concluye la experta.

Para conocer más sobre los proyectos de Fundación Rewilding Argentina, convertirte en voluntario o hacer una donación visitá su sitio web o redes sociales (Instagram, LinkedIn, Facebook, Youtube, TikTok).

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