Un proyecto lleva 6 años ofreciendo cursos de idiomas con profesores refugiados
La idea comenzó con el Mundial de Refugiados de 2014; la iniciativa ofrece cursos de español, francés, árabe e inglés
Crédito: Divulgación
Por: Gabriel Murga / Favela em Pauta – Lupa do Bem
El proyecto Abraço Cultural es una iniciativa creada hace seis años, cuyo objetivo es promover el intercambio de experiencias y la valoración personal y cultural, además de generar ingresos para los refugiados que residen en Brasil a través de cursos de idiomas.
Como muchas historias brasileñas, el proyecto Abraço Cultural comenzó con un partido de fútbol. En julio de 2014, la plataforma Atados celebró la 1ª Copa del Mundo de Refugiados en el país, que simultáneamente acogía la Copa del Mundo organizada por la Federación Internacional de Fútbol, la FIFA.
Ambos eventos reunían a deportistas de diferentes partes del globo, pero con realidades muy diferentes entre los jugadores. Esta situación llamó la atención de los fundadores de la organización, que se plantearon cómo llevar a cabo un «proyecto más duradero, capaz de contribuir a la misión de integrar a estos inmigrantes en nuestra sociedad».
Las clases, que tienen su propia metodología y material didáctico, pretenden transmitir algo más que el aprendizaje de una nueva lengua. «Queremos romper prejuicios y barreras culturales, reuniendo a diferentes pueblos en un mismo lugar», destacan.
El proyecto nació en São Paulo en 2015, en la actual sede ubicada en el barrio de Pinheiros, y en una sucursal en el barrio de Tatuapé. Al año siguiente, la idea aterrizó en la ciudad de Río de Janeiro, que actualmente cuenta con dos unidades, una en Tijuca y otra en Largo de Machado. En estas unidades se imparten clases presenciales de español, árabe, francés e inglés.
Además, Abraço Cultural ofrece la posibilidad de clases particulares y corporativas, incluso online, facilitando el acceso a personas de todo Brasil y permitiendo experimentar aspectos culturales de otros países.
Cursos de Abraço Cultural
Las clases pueden realizarse en módulos intensivos -de un mes de duración, ofrecidos en enero y julio- o en módulos regulares, que duran unos cuatro meses por módulo. Las inscripciones para las clases de enero de 2022 del curso se abrirán en noviembre para las clases en Río de Janeiro y São Paulo.
La organización tiene su propia metodología y materiales, y trabajan no solo cuestiones lingüísticas, sino también referencias culturales específicas, pero siempre buscan un enfoque comunicativo basado en situaciones reales.
Además de las clases de idiomas, se ofrecen «clases culturales» en las que se destacan otras perspectivas, así como actividades culturales como danza, teatro, cocina, literatura, música e historia, entre otras.
Desde el inicio del proyecto, se ha formado y contratado a más de 60 profesores de 13 países, y más de 8.000 alumnos han seguido ya los cursos de la organización.
Brasil y los refugiados
En términos generales, un refugiado es una persona que abandona su país debido a un conflicto armado, a la violencia generalizada, a la persecución de carácter religioso o ideológico, o a las violaciones masivas de los derechos humanos, y que no puede o no quiere regresar a su lugar de origen.
Como muestran los datos publicados el año pasado por el Comité Nacional para los Refugiados (CONARE), a través del informe «Refugio en números», había más de 57.000 refugiados reconocidos en Brasil.
La mitad de estas solicitudes fueron recibidas y aceptadas solo en el último año, y la mayoría de los refugiados recibidos entre 2011 y 2020 son de países como Venezuela, Siria y el Congo.
Haití fue una de las nacionalidades con mayor número de solicitantes, además de los países mencionados anteriormente, según el informe de la CONARE. La encuesta también señala el grupo de edad predominante de las personas que buscan refugio en Brasil, de 25 a 39 años.
El histórico apoyo de Cáritas a los refugiados
Una de las organizaciones que apoyan a los refugiados en Brasil es Cáritas, fundada en 1976 durante el periodo del régimen militar del país. La organización dio lugar a la primera obra regulada de ayuda a los refugiados en el país.
Cáritas cuenta con el apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), reconocida internacionalmente por el relevante trabajo que ha desarrollado en los últimos 45 años.
Uno de los proyectos desarrollados por el Programa de Asistencia a Refugiados y Solicitantes de Refugio (PARES) es «Refugiados en la Escuela», que reanudó sus actividades el pasado mes de agosto.
El proyecto busca promover el encuentro entre personas en situación de refugio y alumnos de escuelas públicas y privadas, buscando sensibilizar a los estudiantes sobre la condición de las personas refugiadas en el mundo, para combatir los prejuicios y la xenofobia.
«Los encuentros entre refugiados y estudiantes tuvieron tanto éxito que se convirtieron en un proyecto muy importante, como forma de llegar a las futuras generaciones, trabajando con ellas la importancia de defender los derechos humanos», destaca Aline Thuller, coordinadora general de PARES Cáritas RJ.
«En las conferencias, aclaramos quiénes son las personas refugiadas y cuáles son los retos a los que se enfrentan, acercamos a los niños y jóvenes a la realidad actual, a través del informe de las personas refugiadas, y promovemos valores de empatía y tolerancia», afirma.