El proyecto ya ha repercutido en la vida de más de 2 millones de niñas y ha incorporado al mercado laboral a unas 2.200
“Mi historia empieza en Freguesia do Ó, en un hogar de mujeres muy fuertes y feroces, con mi madre y mi abuela trabajando como vendedoras de bolsos en Brás. Siempre he sido muy comunicativa y me licencié en periodismo (…) Trabajé en comunicación corporativa y llegué a ser ejecutiva. En 2016, me di cuenta de que necesitaba un propósito más profundo. Fue entonces cuando decidí crear una organización para impactar en la vida de las niñas de la periferia, pensando en la niña que yo era: llena de ideas y planes creativos, pero que necesitaba ser guiada”, recuerda Vivi Duarte, creadora del Instituto Plano de Menina.
Fue a partir de esta reflexión que la comunicadora y emprendedora Duarte se decidió a fundar el Instituto, que tiene el objetivo de inspirar a las niñas a convertirse en protagonistas de sus historias y conectarlas con grandes empresas del mercado laboral. “Capacitamos a estas chicas con habilidades técnicas y emocionales. Aprenden sobre salud mental, confianza en sí mismas y autoestima. En las clases técnicas, ofrecemos cursos de programación, ventas, oratoria y redes sociales, por ejemplo”, explica Vivi.
Los viajes del conocimiento se ofrecen tanto presencial como online, con una duración de tres meses. Para ello, cuenta con mentores que dirigen los talleres y ayudan al desarrollo personal de los alumnos. Los cursos presenciales tienen lugar mensualmente o cada quince días, según la disponibilidad de los espacios asociados.
Los online son temáticos, como Dona do Meu Mundo, que abarca educación financiera, autoconfianza, autoestima y carrera profesional. ¡No estás obligada! trata del abuso emocional y físico. «Hablamos de los derechos de las niñas y tenemos una red de apoyo muy fuerte, junto con el Proyecto Justiceiras», dice Vivi. También hay espacio para la moda sostenible en Lacrando Com Muito Pouco, que enseña sobre autoimagen, y en Vida Digital, que trata sobre redes sociales y programación.
Al final de las jornadas, las alumnas con mayor asistencia y protagonismo pasan a formar parte del Banco de Talentos de la organización. «Tenemos chicas trabajando para empresas como Unilever, TikTok, Louis Vuitton, Ambev, Boticário y The Body Shop», explica.
“Queremos ayudarlas a tomar las riendas de sus vidas, a superar la dependencia financiera y romper el ciclo que a menudo se remonta a sus abuelas. Les mostramos que hay espacios que pueden ocupar y que pueden cambiar esta historia”, dice Vivi.
Más que insertarlas en el mercado laboral, Plano de Menina se preocupa por que sientan que pertenecen a él. «Ofrecemos formación en alfabetización a los equipos que las recibirán, y las chicas siguen acompañadas por voluntarios y psicólogos».
La creación de este ecosistema es transformadora para todos los implicados. “Hay mucha sororidad. Las mujeres que quieren ayudar a otras mujeres encuentran en el instituto un lugar donde conectarse”, dice Vivi.
Nuevas oportunidades y asociaciones
En nueve años, Plano de Menina ha impactado a más de 2 millones de chicas con sus talleres online y a 10.000 con actividades presenciales, además de enviar al mercado laboral a más de 2.200 jóvenes. La organización también está presente en 10 estados.
Para celebrar su impacto, el instituto creó el Festival Plano de Menina, que incluye la graduación de algunas clases, así como actividades culturales y charlas.
El crecimiento del proyecto es tan significativo que la organización acaba de firmar un acuerdo de colaboración con el consulado brasileño en Nueva York. “Organizamos el Brazilian Fashion Day, un evento de moda sostenible para dar visibilidad y autoestima a las mujeres brasileñas. También estamos estructurando una plataforma para apoyar a estas mujeres inmigrantes, como ya hacemos en Brasil.”
Transformar vidas
Vivi afirma que su propia vida se ha transformado gracias al Plan Chica. “Este proyecto es la realización de mi sueño de la infancia, me ha dado propósito y fuerza. Hoy soy reconocida y premiada, pero sé que las niñas a las que impactamos volarán aún más alto.”
“Ellas ya tenían empuje y determinación; nosotros sólo les hemos dado una dirección. Nuestro objetivo es que se conviertan en dueñas de su mundo, con independencia económica y emocional. Este movimiento aumenta el PIB, reduce la violencia doméstica y aporta innumerables beneficios a la igualdad de género.”
“Lo que me motiva es ver el impacto de mi trabajo y cómo da aún más sentido a mis acciones como mujer y activista. Creo que es eso: no ir por el mundo sin más. Tenemos que dejar huella no sólo en nuestras vidas, sino también en las de los demás”, concluye Vivi.
Seguir el plan de la niña
La apertura de las jornadas se publicita en la web y en sus perfiles de Facebook, Instagram, TikTok y LinkedIn. Además, una vez al año se realizan convocatorias para nuevos mentores.